Observaciones llevadas a cabo con el VLT identifican un nuevo y extraño tipo de galaxia.
Utilizando observaciones realizadas con los telescopios VLT (Very Large Telescope)
de ESO, el telescopio Gemini Sur y el Canadá-Francia-Hawái Telescope
(CFHT), se ha identificado un nuevo tipo de galaxia. Apodadas como
“galaxias judía verde” por su inusual apariencia, estas galaxias
irradian en medio de la intensa luz emitida desde los alrededores de
agujeros negros monstruosos y están entre los objetos considerados más
raros del universo.
Muchas galaxias tienen un agujero negro gigante en su centro que provoca que el gas de su entorno brille. Sin embargo, en el caso de las galaxias judía verde, no solo el centro resplandece: toda la galaxia brilla. Estas nuevas observaciones revelan las regiones radiantes más grandes y resplandecientes encontradas hasta ahora, regiones que se cree están alimentadas por agujeros negros centrales, anteriormente muy activos pero que parecen estar apagándose.
El astrónomo Mischa Schirmer, del
Observatorio Gemini, ha estudiado numerosas imágenes del universo
distante, buscando cúmulos de galaxias, pero cuando dio con este objeto
en una imagen del Canadá-Francia-Hawái Telescope se quedó sorprendido —
parecía una galaxia, pero era de un brillante color verde. Era distinta a
todas las galaxias que había visto hasta el momento, algo totalmente
inesperado. Rápidamente solicitó poder usar el VLT (Very Large Telescope) de ESO para descubrir qué podría estar creando ese inusual brillo verdoso.
“Avisé a ESO con muy poco tiempo de
antelación y ellos me concedieron tiempo especial de observación; pocos
días después de enviar mi propuesta, el VLT observaba este extraño
objeto”, dice Schirmer. “Diez minutos después de obtener los datos en
Chile los tenía en mi ordenador, en Alemania. Rápidamente reenfoqué por
completo mis actividades de investigación, ya que era evidente que había
dado con algo realmente nuevo”.
El nuevo objeto ha sido etiquetado como
J224024.1−092748 o J2240. Se encuentra en la Constelación de Acuario (El
Portador de Agua) y su luz ha tardado 3700 millones de años en alcanzar
la Tierra.
Tras el descubrimiento, el equipo de
Schirmer buscó en una lista de cerca de mil millones de galaxias y
encontró 16 más con propiedades similares, que fueron confirmadas por
observaciones hechas con el telescopio Gemini Sur. Estas galaxias son
tan escasas que, en promedio, tan solo encontramos una de ellas en un
cubo cósmico de 1300 millones de años luz de lado. Este nuevo tipo de
galaxia ha sido apodada como “galaxias judía verde” por su color y
porque superficialmente son parecidas a las galaxias “guisante verde”,
aunque son de mayor tamaño.
En muchas galaxias, el material que se
encuentra alrededor del agujero negro supermasivo central emite una
intensa radiación que ioniza el gas del entorno, haciéndolo brillar
intensamente. Normalmente, estas regiones brillantes en galaxias activas
típicas son pequeñas, llegando a alcanzar un 10% del diámetro de la
galaxia. Sin embargo, las observaciones del equipo mostraron que, en el
caso de J2240 y de otras galaxias judía verde localizadas desde
entonces, son realmente inmensas, abarcando el objeto por completo.
J2240 despliega una de las regiones más grandes y brillantes de este
tipo encontradas hasta el momento. Cuando el oxígeno se ioniza,
resplandece en un brillante tono verdoso, lo que explica el extraño
color que al principio llamó la atención de Schirmer.
“Estas brillantes regiones son
fantásticos bancos de pruebas para intentar comprender la física de las
galaxias — es como si pudiéramos ponerle un termómetro a una galaxia
muy, muy lejana”, afirma Schirmer. “Normalmente, estas regiones no son
ni muy grandes ni muy brillantes, y solo pueden verse bien en galaxias
cercanas. Sin embargo, en este nuevo tipo de galaxias descubierto, pese a
estar tan lejos de nosotros, son tan grandes y brillantes que pueden
ser observadas con mucho detalle”.
Posteriores análisis de los datos
llevados a cabo por el equipo revelaron otro enigma. J2240 parecía tener
en su centro un agujero negro mucho menos activo de lo esperado para el
tamaño y el brillo de la región. El equipo cree que las regiones
incandescentes deben ser un eco de cuando el agujero negro central era
mucho más activo, y que se irá oscureciendo paulatinamente a medida que
los remanentes de la radiación atraviesen la región y salgan al espacio.
Estas galaxias presentan un centro
galáctico decadente, lo que indica una fase muy fugaz en la vida de la
galaxia. En el universo temprano las galaxias eran mucho más activas,
los agujeros negros masivos centrales en crecimiento se tragaban las
estrellas circundantes y el gas, y brillaban intensamente, produciendo
con facilidad más de cien veces más luz que todas las estrellas de la
galaxia juntas. Ecos de luz como los vistos en J2240 permiten a los
astrónomos estudiar los procesos de decadencia de estos objetos activos
para comprender más sobre cómo, cuándo y por qué se detienen — y por qué
ahora vemos tan pocos en las galaxias más jóvenes. Este es el siguiente
paso que quiere dar el equipo, continuando con su investigación con
observaciones espectroscópicas y en rayos X.
“Descubrir algo completamente nuevo es
el sueño de un astrónomo hecho realidad y algo que ocurre solo una vez
en la vida”, concluye Schirmer. “¡Es muy inspirador!”.
Fecha Original: 5 de diciembre de 2012
Enlace Original
No hay comentarios:
Publicar un comentario