lunes, 13 de junio de 2011

Sonda de la NASA sugiere que hay burbujas magnéticas en el borde del Sistema Solar

Fuente: Ciencia Kanija

Artículo publicado por Dwayne C. Brown el 9 de junio de 2011 en la web de NASA
Observaciones de la nave Voyager de la NASA, el centinela más adentrado en el espacio profundo de la humanidad, sugiere que el borde de nuestro Sistema Solar puede no ser liso, sino estar repleto de un turbulento mar de burbujas magnéticas.
Mientras usaban un nuevo modelo de ordenador para analizar los datos de Voyager, los científicos encontraron que el campo magnético lejano del Sol está formado por burbujas de aproximadamente 160 millones de kilómetros de diámetro. Las burbujas se crean cuando las líneas de campo magnético se reorganizan. El nuevo modelo sugiere que las líneas de campo se rompen en estructuras auto-contenidas desconectadas del campo magnético solar. Los hallazgos se describen en la edición del 9 de junio de la revista Astrophysical Journal.
Voyager

Como la Tierra, nuestro Sol tiene un campo magnético con un polo norte y un polo sur. Las líneas de campo se extienden hacia fuera gracias al viento solar, o un flujo de partículas cargadas que emanan de la estrella y que interactúa con el material expelido desde otros rincones de nuestra galaxia.
La nave Voyager, a más de 14 500 millones de kilómetros de la Tierra, viaja en una región limítrofe. En esa área, el viento solar y el campo magnético se ven afectados por el material expelido desde otras estrellas en nuestro rincón de la Vía Láctea.
“El campo magnético del Sol se extiende hasta el borde del Sistema Solar”, dice la astrónomo Merav Opher de la Universidad de Boston. “Debido a que el Sol gira, su campo magnético se retuerce y arruga, de forma similar a la falda de una bailarina. Muy lejos del Sol, donde están las Voyagers, los pliegues de la falda se agrupan”.
Comprender la estructura del campo magnético del Sol permitirá a los científicos explicar cómo los rayos cósmicos galácticos entran en nuestro Sistema Solar y ayudan a definir cómo interactúa la estrella con el resto de la galaxia.
Hasta el momento, gran parte de la evidencia de existencia de las burbujas se origina en el instrumental a bordo de la nave, que mide partículas energéticas. Los investigadores están estudiando más información y esperan encontrar señales de las burbujas en los datos de campo magnético de Voyager.
“Aún estamos intentando amoldar nuestras mentes a las implicaciones de estos hallazgos”, dice el físico de la Universidad de Maryland Jim Drake, uno de los colegas de Opher.

Autor: Dwayne C. Brown
Fecha Original: 9 de junio de 2011
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