Reza el dicho que las desgracias no llegan solas. Si ya alzábamos la voz contra la aprobación de una ley tan injustificada como la Ley Sinde, del seno del gobierno español y amparada bajo la protección a la “discriminación” la ley mordaza se abre paso. Como pasó con la ley Sinde, ésta viaja de polizón, sin armar mucho barullo e intentando entrar por la puerta trasera. Si la ley Sinde es una vergüenza, la ley Pajín es digna de pertenecer a un régimen totalitario.
Reconozco que no me he leído el anteproyecto de ley en su totalidad, en parte porque son cerca de 120 páginas y tengo cosas más importantes en la cabeza que admirar la obra de una ministra de sanidad, política social e igualdad que no tiene reparos en lucir su Power Balance. Pero por lo visto pinta muy mal, bastante más peliagudo que la Ley Sinde.
Lo que se pretende hacer con éste anteproyecto de ley es eliminar y multar con cifras astronómicas (entre 10.000€ y 60.000€) opiniones que no sean “adecuadas”. Pero, ¿cuál es el rasero que se va a utilizar para medir la pertinencia de las opiniones? El que le parezca a un órgano administrativo sin potestad judicial, la denominada “Autoridad para la Igualdad de Trato y la No Discriminación”. A partir de aquí, todo lo que venga pasa de ser eliminación de contenidos a censura de opiniones. Veámoslo más despacio, ¿Qué es lo que van a regular? (sacado íntegramente de Outono)
- Moderación de comentarios: te puede caer una considerable multa si tienes un blog con los comentarios moderados y basas tu política de moderación en cualquier criterio que pueda considerarse discriminatorio por “razón de nacimiento, origen racial o étnico, sexo, religión, convicción u opinión, edad, discapacidad, orientación o identidad sexual, enfermedad, lengua o cualquier otra condición o circunstancia personal o social” (Art.2 de la ley). Por ejemplo: este blog podría ser multado porque las normas de participación indican que los idiomas del blog son el castellano y el gallego [se refiere a Outono, aunque para PíllateUnLinux se podría aplicar igualmente], y que cualquier comentario en otro idioma ha de ser traducido. Es un criterio de sentido común pero que incurre en la discriminación por razón de lengua según ese Art.2. Así pues, para cumplir la ley tendría que aceptar cualquier comentario en cualquier idioma, aunque no entendiese su contenido (con el consiguiente riesgo de admitir contenidos ilegales): el colmo del absurdo. Si no lo hago, según los Arts.43 y 44 de esa ley podría estar incurriendo en una infracción grave ypodría caerme una multa de entre 10.001 y 60.000 euros (entre 1.644.000 y 9.983.000 pesetas, una auténtica burrada).- Si tienes un blog dedicado a GNU/Linux y en los comentarios tienes a un troll dando la matraca cada día diciendo que quiere hablar de Windows, no podrías banearle pues incurrirías en una discriminación por razón de opinión, según ese Art.2. De la misma forma, si tienes un blog de izquierdas no podrás borrar un comentario por defender ideas opuestas, y viceversa. De lo contrario, podrían acusarte de una infracción grave con una sanción de entre 10.001 y 60.000 euros. Gusten más o menos esas políticas de moderación, es un derecho del propietario de un blog establecer los criterios de moderación que desee. Ese derecho desaparecerá con la Ley Pajín, al aplicarse al ámbito privado criterios de no discriminación que hasta ahora y por sentido común sólo eran aplicables al ámbito de las administraciones públicas. Esto es violar nuestras libertades en nombre de la llamada “igualdad de trato”, un concepto que nada tiene que ver con la verdadera igualdad de toda democracia, que es la igualdad ante la ley.- Si en tu blog no discriminas a nadie por razón de lengua u opinión, también podrías vulnerar la ley, pues su Art.5 proclama un nuevo concepto: la “discriminación indirecta”, que según la ley “se produce cuando una disposición, criterio o práctica aparentemente neutros ocasiona o puede ocasionar a una o varias personas una desventaja particular con respecto a otras”. Esto entra en contradicción con el concepto de discriminación directa que establece la propia ley, revelando el enorme tamaño del disparate jurídico que está promoviendo Leire Pajín. Y es que lo que esto quiere decir es que tendrás que discriminar para no discriminar: a modo de ejemplo, como en este blog la mayoría de comentarios se publican en castellano, se me podría multar porque las normas de moderación del blog no incluyen criterios para obligar al uso de idiomas minoritarios como el gallego, el vascuence o el catalán en un determinado número de comentarios, por ejemplo. Nuevamente, estaría incurriendo en una infracción grave con una sanción de entre 10.001 y 60.000 euros- Para colmo de esperpento, si por ejemplo impidieses comentar en tu blog a alguien que te haya denunciado al amparo de esta ley podrías estar incurriendo en lo que el Art.10 de dicha ley define como represalia: “cualquier trato adverso o consecuencia negativa que pueda sufrir una persona por intervenir, participar o colaborar en un procedimiento administrativo o proceso judicial destinado a impedir o hacer cesar una situación discriminatoria”. Nuevamente podrían acusarte de una infracción grave con otra sanción más de entre 10.001 y 60.000 euros.
Resumiendo: si a una persona no le gusta lo que dices, te hará callar la boca. Para colmo de males, toda la ley está aderezada con innumerables contradicciones, sinsentidos y justificaciones ilógicas varias. Pero el despropósito todavía no ha acabado, ya que al igual que hace tres siglos un tribunal llamado Inquisición condenaba al acusado por el simple hecho de ser denunciado, tendrás que demostrar tu inocencia ya que en principio y si no se demuestra lo contrario eres culpable de los delitos de los que se te imputan. Lo que claramente es una medida anticonstitucional ya que pone patas arriba la presunción de inocencia sobre la que todo el sistema judicial español se basa.
Al igual que la Ley Sinde, la ley Mordaza entra de tapadillo dentro de una ley contra la discriminación. Discriminación que además no se evita con la incontenible verborrea que caracteriza a los políticos de turno, que se indignan cuando hablamos de Arquitecto y no nombramos Arquitecta, pero permanecen impasibles frente a actos de discriminación racial, laboral o de género cuando esperas al otro lado de una entrevista de trabajo o rezas para que te den un crédito. Esa es la verdadera discriminación, la que mata por lucir un turbante o impide que accedas a un puesto de trabajo.
Pero ésto no lo verás en las noticias, ni lo escucharás en las radios ni lo leerás en los periódicos y si no cambia nada, en unos años tampoco lo leerás en PillateUnLinux, porque todavía estaremos pagando la multa por expresar nuestras opiniones, eso si no estamos muertos.
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