Las galerías de las minas que están a punto de cerrar se pueden aprovechar para que los municipios del entorno obtengan energía geotérmica. Ésta es la conclusión de dos ingenieros de la Universidad de Oviedo, que este mes publican su investigación en la revista Renewable Energy. El método que han desarrollado permite estimar la cantidad de calor que podría aportar una galería.
El ingeniero, junto a su colega María Belarmina Díaz, han desarrollado un método “semi-empírico” (entre matemático y experimental) para calcular la cantidad de calor que podrían proporcionar una galería de una mina que se va a abandonar, a partir de estudios realizados mientras todavía está activa.
“Con la mina en actividad se puede acceder fácilmente a las galerías para tomar datos sobre la ventilación o sobre las propiedades de las rocas; además se pueden realizar sondeos y diseñar mejor los circuitos, e incluso programar el cierre de algunos tramos para dedicarlos a la obtención de energía geotérmica”, indica el ingeniero, quien resalta que una vez que se clausura la mina también se puede aprovechar la energía geotérmica, “pero ya no es posible modificar nada en ella ni obtener datos útiles para valorar y mejorar el sistema”.
El estudio contempla el aprovechamiento geotérmico de una galería tipo de dos kilómetros de longitud en la que, a una profundidad de 500m, la temperatura de la roca ronda los 30º C. Es el caso típico de muchas zonas mineras de Asturias, aunque también se puede aplicar a otras partes del mundo. Mediante tuberías, el agua podría entrar a 7º C y salir a 12º C, una ganancia suficiente para beneficiar a algún municipio localizado sobre la mina.
Ventajas de la energía geotérmica minera
Rodríguez y Díaz destacan que la construcción de calderas geotérmicas en galerías de mina, además de que se puede predecir su producción, funciona prácticamente como un sistema abierto de tuberías, “pero sin ningún riesgo de contaminación térmica al acuífero”.
El uso de la energía geotérmica también permite reducir las emisiones de CO2 y es independiente de las condiciones climáticas (a diferencia de otras energías renovables como la solar o la eólica). Otras ventajas son que sus instalaciones utilizan recursos propios de un país, no requieren grandes extensiones de terreno, no contaminan el entorno próximo y están consideradas rentables a largo plazo.
La energía geotérmica se puede usar directamente en viviendas unifamiliares, urbanizaciones, piscinas, piscifactorías, naves industriales y otros edificios.
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Referencia bibliográfica:
Rafael Rodríguez, María B. Díaz. “Analysis of the utilization of mine galleries as geothermal heat exchangers by means a semi-empirical prediction method”. Renewable Energy 34 (7): 1716–1725, 2009.
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