lunes, 31 de octubre de 2011

¿Como cambiar la posición de los botones en las ventanas?

Fuente:  Ubuntronics

Desde hace unos cuantos días estoy usando Ubuntu, lo he instalado para probar Unity, que no me termina de convencer. Ahora he instalado GNOME Shell, el cual, me ha sorprendido por lo rápido que funciona y los pocos recursos que consume en comparación a Unity.



Dicho esto, vamos al tema de la publicación: ¿Como cambiar la posición de los botones en las ventanas?. Esto algo que se me ha hecho costumbre, es que simplemente me siento más cómodo teniendo los botones en el lado izquierdo, y en GNOME Shell, por defecto, vienen del lado contrarío.


Es muy fácil de hacer, primero debemos instalar el editor de configuración de GNOME, para ello ejecutamos el siguiente comando en el terminal:

  • sudo apt-get install gconf-editor

Al terminar la instalación lo ejecutamos desde el menú: "Aplicaciones -> Herramientas del sistema -> Editor de configuración". Una vez abierto nos dirigimos a: "desktop -> gnome -> shell -> windows".

Ahí tenemos que editar la entrada "button_layout" a nuestro gusto. Además no solo podremos cambiar de lugar los botones, si no que también, es posible agregar otros, como el de minimizar, maximizar o el menú, ya que por defecto, GNOME Shell solo trae el botón de cerrar.

Anonimous propone hackear las elecciones. (Vídeo)



Nota: El vídeo es meramente informativo, haced lo que queráis con vuestro voto, pero procurad buscar información y tened todas las opciones disponibles.

viernes, 28 de octubre de 2011

Gran Bretaña es el país con el mejor rendimiento científico del mundo, según Thomson Reuters y Elsevier

Fuente: Francis (th)E mule

El impacto de la ciencia producida en EE.UU. está de capa caída; el país que mejor financia la investigación de todo el mundo ha sido superado en impacto por Gran Bretaña y por Alemania (el primero ya lo superó hace tres años). Según un estudio de la editorial Elsevier, Gran Bretaña es el país con el mejor rendimiento científico del mundo, es decir, el mejor cociente entre el impacto (normalizado) de sus publicaciones y los fondos públicos invertidos en su financiación. No solo lo dice Elsevier, otro análisis de Thomson Reuters obtiene resultados similares. Gran Bretaña produce el 8% de los artículos de investigación publicados en todo el mundo, pero logra producir el 17% de los trabajos de investigación con más de 500 citas y el 20% de los que tienen más de 1000 citas. Entre 1991 y 2011, el impacto de la ciencia de EE.UU. se ha estancado (“ha tocado techo”), mientras que el impacto de países como Gran Bretaña, Alemania y Francia está en pleno crecimiento. Gran Bretaña pasó del segundo lugar en 1991 al primer lugar desde 2007; Alemania pasó del cuarto lugar en 1991 hasta el segundo en 2010; Francia, en el quinto puesto detrás de EE.UU., sigue creciendo y se espera que si el gobierno de los EE.UU. no hace nada para evitarlo, acabará obteniendo el tercer lugar. ¿Qué harán los estadounidenses para corregir su estancamiento durante los últimos 20 años? Eliot Marshall, John Travis, “Scientific Impact: U.K. Scientific Papers Rank First in Citations,” Science 334: 443, 28 October 2011, no se atreven a ofrecer ninguna respuesta.
Por cierto, España no se encuentra en buen lugar. En 2010 fuimos los novenos (#9) por número de artículos, los undécimos (#11) por número de citas, pero los trigésimo cuartos (#34) por número de citas por artículo. El puesto 34 donde Gran Bretaña es el número 1 y EE.UU. el número 3. Sin palabras. Prefiero no hacer comentarios.

jueves, 27 de octubre de 2011

Experimento cuántico-gravitatorio

Fuente: Neofronteras

Proponen un experimento para medir efectos cuánticos sobre la gravedad y predicen qué se podría observar.
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Como ya saben los lectores de NeoFronteras, uno de los grandes problemas de la Física moderna es el de no haber conseguido aún una teoría cuántica de la gravedad. Por un lado tenemos la relatividad General (RG) y por otro la Mecánica Cuántica (MC). Ambas han sido tremenda exitosas a la hora de predecir el comportamiento de fenómenos físicos y las aplicamos según nuestras necesidades. Si se trata de planetas, galaxias o el Universo (gran escala) mismo aplicamos la primera, si se trata de objetos pequeños como átomos, moléculas o electrones (pequeña escala) aplicamos la segunda. Los efectos cuánticos no se manifiestan cuando ampliamos el tamaño de los sistemas y éstos pasan a comportarse clásicamente.
Una unificación entre ambas teorías es necesaria para explicar bien el Big Bang o las singularidades de los agujeros negros, pues reinan las condiciones físicas en las que ambas son aplicables. Pero no disponemos de experimentos que nos permitan explorar tales escalas de energía. Toda propuesta a teoría cuántica de gravedad se basa en estudios puramente teóricos y debe de proporcionar, además de cumplir cierta consistencia interna, las predicciones habituales para casos energéticamente más cotidianos. Ninguna teoría propuesta ha conseguido todo esto y, a veces, como en el caso de las cuerdas, lo empeoran todo en lugar de proporcionar soluciones.
Cualquier experimento que nos guíe hacia una teoría cuántica de la gravedad siempre será una buena ayuda, pero el diseño de ese tipo de experimentos es muy difícil y hasta el momento no ha habido mucho éxito.
Ahora Caslav Brukner, de la Universidad de Viena, propone un experimento que trataría precisamente de observar efectos cuánticos de la gravedad, de estudiar un régimen en el que ambas teorías se solapan. Se centra en la medida de la noción del tiempo de la RG a la escala cuántica.
Una de las predicciones de la RG más interesantes dice que el tiempo pasa a distinto ritmo dependiendo de la intensidad del campo gravitatorio. De este modo el tiempo que transcurre más lentamente a nivel del mar que en la cumbre de una montaña. Este efecto ha sido además comprobado reiteradamente, incluso con una diferencia de altura sólo un par de metros. Obviamente cuando se trata de de la Tierra y esos casos la diferencia temporal es increíblemente minúscula. Pero un hipotético astronauta cayendo en un agujero negro podría ver el fin del Universo gracias a este efecto.
La idea de Brukner es usar este efecto junto la superposición cuántica. Una partícula cuántica puede perder la característica clásica de tener una posición bien definida y estar en una superposición de estados. Esto incluso permite que una partícula interfiera consigo misma. Pero si se mide la posición entonces la función de ondas de la partícula colapsa y queda definida. Pero no se puede observar la interferencia y además una posición definida simultáneamente. Esta conexión entre información e interferencia es un ejemplo de complementariedad cuántica, que fue propuesto por primera vez por Niels Bohr.
Este equipo de investigadores propone disponer una partícula como si fuera un reloj que tenga un grado de libertad interna como el spin y llevarlo a una superposición entre dos localizaciones a distinta altura sobre la superficie de la Tierra, es decir, bajo intensidades de campo gravitatorio distintas. Según la RG el “reloj” marchará a distinto ritmo a estas dos distintas alturas, pero la medida del tiempo revelara la información sobre la localización del reloj, ya que una vez se mide se fija una de las dos posiciones posibles, entonces la interferencia se pierde y la naturaleza ondulatoria del reloj se pierde.
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En el montaje hay dos divisores de haz (BS) un desfasador (PS) y dos detectores (D). El haz se divide en dos trayectorias que al final se han interferir. Todo ello se da en un campo gravitatorio orientado antiparalelamente con el eje x. La separación entre caminos en la dirección del campo es Δh. La RG induce un transcurrir del tiempo propio diferente entre caminos. Los autores predicen no solamente un desfase y por tanto, un desplazamiento del patrón de interferencia, sino que la visibilidad de éste tiene que reducirse debido a que la información de la trayectoria termina estando disponible a partir de la lectura del tiempo propio del “reloj”. Fuente: Magdalena Zych, Fabio Costa, Igor Pikovski y Časlav Brukner.
¿Y que se vería en este caso? Básicamente se vería una figura de interferencia de la partícula interfiriendo consigo misma. Pero debido a la existencia del campo gravitatorio habría un desfase entre las funciones de onda de los distintos caminos (un desplazamiento del patrón interferencia) y además ese patrón sería más débil.
Normalmente este desfase suele aparecer en sistemas en los que se da el efecto Aharonov–Bohm en donde el espacio-tiempo es plano pero en donde hay un potencial efectivo (generalmente el potencial vector electromagnético), pero aquí aparece sin que haya tal potencial debido a que el espacio-tiempo no es plano, sino curvado debido a la presencia de un masa (la Tierra) que produce un campo gravitatorio que a su vez induce una decoherencia cuántica.
Los investigadores proponen que con un interferómetro atómico se podría ver el efecto, incluso aunque no se alcance una ortogonalidad total entre relojes.
Magdalena Zych, líder del artículo donde se expone la idea, dice que el experimento requiere tanto Relatividad General como Mecánica Cuántica y esta interacción entre teorías no ha sido comprobada en experimentos aún. Por tanto, es la primera propuesta para un experimento que permite comprobar la noción de tiempo de la RG en conjunción de la complementariedad cuántica.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3639
Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo original (en abierto).
Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.

lunes, 24 de octubre de 2011

La paradoja de la información, simplificada

Fuente: Ciencia Kanija

Artículo publicado por Jon Cartwright el 15 de agosto de 2011 en physicsworld.com
El horizonte de eventos de un agujero negro es la última oportunidad definitiva: más allá de este límite nada, ni siquiera la luz, puede escapar. ¿Pero ese “nada” incluye a la propia información? Los físicos han pasado la mayor parte de las últimas cuatro décadas lidiando con la “paradoja de la información”, pero ahora, un grupo de investigadores del Reino Unido, cree que puede ofrecer una solución.
Los investigadores han creado un modelo teórico para el horizonte de eventos de un agujero negro que evita por completo el espacio-tiempo. Su trabajo también apoya una controvertida teoría, propuesta el año pasado, que sugiere que la gravedad es una fuerza emergente en lugar de una interacción fundamental universal.

Agujero negro © Crédito: thebadastronomer
Historia paradójica
La paradoja de la información surgió por primera vez en la década de 1970, cuando Stephen Hawking de la Universidad de Cambridge, basándose en un trabajo anterior de Jacob Bekenstein, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, sugirió que los agujeros negros no son totalmente negros. Hawking demostró que los pares partícula-antipartícula generados en el horizonte de eventos – en la periferia exterior de un agujero negro – se separan. Una partícula caería en el agujero negro, mientras que la otra escaparía, haciendo del agujero negro un cuerpo radiante.
La teoría de Hawking implica que, con el tiempo, un agujero negro finalmente se evaporaría, sin dejar nada. Esto presentó un problema para la mecánica cuántica, que dice que nada, incluyendo la información, puede perderse. Si los agujeros negros ocultan la información para siempre en sus singularidades, habría un error fundamental en la mecánica cuántica.
La importancia de la paradoja de la información llegó a un punto en 1997, cuando Hawking, junto con Kip Thorne, del Instituto de Tecnología de California (Caltech) en los EE.UU., hicieron una apuesta con John Preskill, también de Caltech. En ese momento, Hawking y Thorne creían que la información se perdía en los agujeros negros, mientras que Preskill pensaba que era imposible. Más tarde, sin embargo, Hawking admitió su derrota, diciendo que creía que la información retorna – aunque en un estado encubierto.
A finales del siglo, Maulik Parikh, de la Universidad de Utrecht en los Países Bajos, junto con Frank Wilczek, del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton en EE.UU., mostró cómo la información podría filtrarse desde un agujero negro. En su teoría, las partículas portadoras de información justo en el borde interior del horizonte de eventos, podrían pasar a través de la barrera por el efecto túnel, siguiendo los principios de la mecánica cuántica. Sin embargo, esta solución también sigue siendo discutible.
El túnel a través de horizonte de eventos
Ahora, Samuel Braunstein y Manas Patra, de la Universidad de York en el Reino Unido, creen haber formulado una teoría de tunelización que parece bastante más atractiva que la de Parikh y Wilczek. “No podemos decir que hayamos demostrado que es realmente posible escapar de un agujero negro”, explican, “pero ésa es la interpretación más directa de nuestros resultados”.
Normalmente, los teóricos que tratan con agujeros negros tiene que luchar contra las complejas geometrías del espacio-tiempo que surgen de la teoría de la gravitación Einstein – la Teoría de la Relatividad General. En su modelo, Braunstein y Patra dicen que el horizonte de eventos es de naturaleza puramente mecánico cuántica, con bits del espacio cuántico de “Hilbert” pasando por un túnel a través de la barrera.
Los teóricos encontraron que incluso un modelo de tunelización tan simplificado puede reconstruir el espectro de radiación que se cree que emana de un agujero negro. Esto es distinto al modelo de creación de pares de Hawking, que lleva a la pérdida de información y siempre ha requerido muchos más detalles teóricos para funcionar. En pocas palabras, Braunstein y Patra dicen que la tunelización parece una característica intrínseca mucho más probable un agujero negro – así que, probablemente, la información no se pierde después de todo. Sus hallazgos se publican en el último ejemplar de la revista Physical Review Letters.
La profundidad de la gravedad
Hay todavía otra vuelta de tuerca más al trabajo de los investigadores. El año pasado, el teórico de cuerdas Erik Verlinde, de la Universidad de Amsterdam, basándose en el trabajo de Ted Jacobsen de la Universidad de Maryland en los EE.UU., presentó una idea especulativa sobre el origen de la gravedad. Según la propuesta de Verlinde, la gravedad no es una interacción fundamental, sino que surge del universo tratando de maximizar el desorden. La gravedad es, por tanto, una “fuerza entrópica” – una consecuencia natural de la termodinámica – tal y como se siente la fuerza sobre una goma estirada cuando las moléculas intentan escurrirse hacia estados desordenados.
Braunstein y Patra creen que su modelo de agujero negro favorece la propuesta Verlinde. Si la gravedad – por no hablar de la inercia o el espacio-tiempo – es una fuerza emergente, entonces no se utilizaría para descubrir el mecanismo básico de pérdida de información de los agujeros negros, que es lo que han demostrado los investigadores de York. “Esto no demuestra que Verlinde está en lo correcto, pero sí que su propuesta ‘tiene base’”, dice Braunstein a physicsworld.com.
Steve Giddings, físico especializado en gravedad cuántica de la Universidad de California en Santa Barbara, no cree que Braunstein y Patra hayan abordado “las preguntas más cruciales” de la propuesta de Verlinde. Sin embargo, dice que han propuesto otra pista de un importante vínculo entre la información cuántica y la gravedad. “Un desafío importante es descubrir si podemos dar una base más sólida a las ideas propuestas por Verlinde y otros”, añade. “Ésta puede ser una pieza más del rompecabezas, pero no hemos terminado aún”.

Autor: Jon Cartwright
Fecha Original: 15 de agosto de 2011
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jueves, 20 de octubre de 2011

Las críticas se centran en los neutrinos rápidos

Fuente: Ciencia Kanija

Artículo publicado por Devin Powell el 19 de octubre de 2011 en Science News
La falta de un rastro de energía sugiere que hubo en error de cálculo en el hallazgo.
Un nuevo estudio echa el freno a los neutrinos más rápidos que la luz.
En septiembre, un grupo del experimento OPERA de Italia, supuestamente registró unos neutrinos que viajaron los 730 kilómetros entre el CERN de Suiza y el Laboratorio Nacional del Gran Sasso de Italia, cerca de 60 nanosegundos más rápido de lo que la luz hubiese cubierto esa distancia en el vacío (SN: 10/22/11, p. 18).Pero, si esto fuera cierto, la mayoría de los neutrinos se hubiesen despojado de energía durante su viaje, según sugiere un nuevo análisis realizado por físicos de la Universidad de Boston.

Detector de neutrinos Super Kamiokande © by Ethan Hein

OPERA debería haber detectado esta radiación, dicen los físicos, si son ciertas sus afirmaciones. No lo hizo.
“Yo estaría extasiado de ver algún tipo de nueva física procedente de este experimento”, dice Andrew Cohen, físico teórico que, junto al ganador del Premio Nobel, Sheldon Glashow, informa del nuevo hallazgo en un próximo ejemplar de la revista Physical Review Letters.  ”Es difícil de acomodarlo, dada esta [falta de] radiación”.
Para continuar con esta idea, un segundo experimento de neutrinos en el Gran Sasso, llamado ICARUS, buscó señales de esta radiación y no las encontró, según informa otro grupo el 17 de octubre en arXiv.org.
Se ha estudiado un tipo similar de pérdida de energía en el agua y otros materiales en los que la luz viaja más lento de lo que lo hace en el espacio vacío. Las partículas que viajan más rápido que la luz en estas sustancias emiten destellos de energía que se conocen como radiación de Cherenkov. Los detectores Cherenkov aprovechan este efecto para detectar tales partículas, incluyendo las creadas por los rayos cósmicos.
Pero el artículo de Cohen y Glashow es el primero en extender esta idea a los supuestos neutrinos que superan a la luz en un vacío. El modelo estándar de la física de partículas establece que ellos también tienen que renunciar a energía, emitiendo pares de electrones y positrones, dice Cohen.
Existen teorías exóticas que permiten que los neutrinos más rápidos que la luz se aferren a su energía. Pero la falta de esta firma da más apoyo a la opinión predominante de que el equipo de OPERA ha cometido algún error debido a alguna incertidumbre no contabilizada en sus mediciones.
“Estamos bastante convencidos de que el experimento está mal”, dice Glashow. “Pero no creo que nadie haya identificado el error, si es que lo hay, hasta el momento”.
Gilles Henri, astrofísico teórico en el Instituto de Ciencias Planetarias y Astrofísica de Grenoble, Francia, se pregunta si las fluctuaciones en el haz de neutrinos podrían ser la causa. En un artículo publicado el 2 de octubre en arXiv.org, sugiere que algunos neutrinos de la multitud que viajaron a Italia, pueden haber comenzado su viaje antes de lo pensado, rompiendo la velocidad media calculada para el grupo.
También se han analizado los dos relojes atómicos utilizados por el equipo de OPERA para medir el tiempo de viaje de sus neutrinos. Carlo Contaldi, físico teórico del Imperial College de Londres, sugiere que la Teoría de la Relatividad General Einstein podría haber provocado que los relojes marcasen a un ritmo diferente – gracias a que la gravedad tira más fuerte del reloj situado en el inicio del viaje de los neutrinos en Suiza, que en su socio, en las profundidades de Italia. Para comprobar su idea, Contaldi está esperando que el equipo de OPERA explique los detalles de su experimento con más profundidad.
No es el único.
“Hasta que no se ofrezcan más detalles en cuanto a cómo hicieron las diversas partes de su experimento”, dice Contaldi, “no estará claro cómo proceder.”

Autor: Devin Powell
Fecha Original: 19 de octubre de 2011
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