Ciencia ficción hard
abril 18, 2011 Me comentaba Nicolás en su respuesta a la entrada anterior que la humanidad no había seguido el camino previsto en la CF clásica y que no se había dedicado a explorar el espacio. En lugar de eso comenta que se ha dedicado a intentar resolver los problemas mas mundanos del planeta tierra. No creo que a Nicolás le haga mucha ilusión esa actitud, lo mismo que tampoco me hace ilusión a mi. Aparte de eso hace uno días se ha producido el 50 aniversario del primer paseo de un hombre en el espacio efectuado por el famoso Gagarin. Varios blogs de ciencia han aprovechado esa fecha para hacer una reflexión sobre el freno que ha sufrido la exploración espacial. Por ello voy a intentar hacer mi propio análisis.
Lo primero es establecer el lenguaje adecuado. Asimov, en sus novelas contemplaba la exploración espacial. Y establecía un hecho interesante. Los colonos de los planetas tenían mas iniciativa mientras que los que permanecían en la tierra eran mas acomodaticios poco innovadores. Para los terrícolas remanentes acuño un término muy apropiado y descriptivo, los “marmotas”. Bien, definitivamente de un tiempo a esta parte las marmotas se han impuesto, y no sólo en su freno a la exploración del espacio sino al de cualquier avance social reseñable.
La imposición general del marmotismo no es algo especialmente debido a la casualidad sino que según parece es algo que ha sido diseñado desde los sistemas de enseñanza y formación de opinión. Aparentemente en un momento dado, allá por los 70, los analistas de algunas de las grandes fortunas hicieron un estudio que indicaba que la tendencia del capitalismo llevaría a una situación en que la mayoría del dinero estaría en manos de unos pocos. Además también indicaba que la mayor parte de la gente sería inútil en ese sistema y no tendrían puestos de trabajo.
Bien, lo cierto es que esas predicciones parecen haberse cumplido bastante bien. Sobre la primera de ellas dejo unos grafos sobre la distribución económica en los USA que lo dicen casi todo:
Podéis leer un análisis de esas gráficas, junto a los comentarios correspondientes, en el blog del astrofísico Sean Carrol: Eat the Rich
Respecto al paro y su evolución al alza dejo un vídeo del peculiar economista niño Becerra:
Realmente la evolución al alza del paro no es necesariamente algo malo sino, adecuadamente entendido, justo lo contrario. El motivo es que si un porcentaje de la población, ayudada por la automatización, reduce excedentes el resto no debería tener que trabajar y perfectamente podría vivir de unos réditos estatales, como propone ahí Becerra. Por supuesto hay muchos matices y puntos oscuros sobre el particular que no analizaré de momento.
Lo interesante, para lo que quiero destacar, de los dos puntos anteriores es que esta situación se preveía que causaría que iba a causar descontento y revueltas. Anticipándose a eso se intentó organizar un sistema de estudios y valores que intentara minimizar el número y la influencia de la gente descontenta. Según me comentó de palabra alguien que hizo una tesis sobre esos aspectos del capitalismo se sistema de enseñanza se denominaba “titty something” (el something significa que no entendí muy bien que palabra venía después de “titty”. La idea es clara, educar al gente en valores superficiales, entretenerla con programas de bajo contenido intelectual y dónde se la distrajera mucho con el sexo y los cotilleos. Vamos, la telebasura actual. Además a las televisiones les viene bien para sus rankings de audiencia bajar los requisitos intelectuales para que mas gente pueda unirse a sus programas así que no iba contra sus intereses prestarse a ese programa de embrutecimiento de la población.
Desde luego el capitalismo es algo tremendamente imperfecto (yo siempre pienso en él como un sistema económico inventado por telettubies) y difícilmente va a sobrevivir mucho tiempo, en especial si no se resuelven el peak oil y el resto de “peaks” de las sustancias primas. Pero mientras tanto él en si mismo se está convirtiendo en un peligro. tampoco hay que preocuparse excesivamente sobre sus instrumentos de manipulación porque en última instancia son tan imperfectos y con tantos agujeros como el propio sistema(aunque por ahora les haya funcionado). Pero, una vez más, no quiero entrar en esos asuntos que son tangenciales al tema de la exploración espacial.
Lo importante de todo lo anterior es que el sistema capitalista ha buscado gente acomodaticia, las “marmotas” de Asimov. Esa gente, desde luego, no tiene mayor interés en la exploración espacial. Además el capitalismo favorece a las empresas sobre los estados. Afrontar la exploración espacial es algo muy caro y requiere un organismo gubernamental, o asociaciones de los mismos como la ESA europea. La empresa privada no puede, ni quiere, explorar el espacio. Cierto es que un organismo estatal como la ESA o la NASA pueden susbcontratar a un montón de empresas para sus propósitos y a su vez las empresas pueden alquilar servicios de las agencias espaciales para los suyos. Pero es imprescindible que un gobierno apuesto fuerte por el desarrollo espacial par que se genere un ecosistema empresarial en torno al viaje espacial, y eso, cuando los estados están debilitados y la gente está marmotizada no se da.
Aparte de los problemas sociales hay mas motivos por los que el viaje al espacio ha sufrido un parón. Tecnológicamente es complicado, no cabe duda. Como dije al principio varios blogs han tocado el tema a raíz del aniversario del paseo espacial de Gagarin. Tenéis, por ejemplo, un análisis (sobre el que haré enseguida varias matizaciones) de algunas de las dificultades en ciencia kanija: Olvida el viaje espacial: Es sólo un sueño.
Voy a hacer algunas indicaciones sobre esa entrada, aparentemente la primera de una serie que tiene kanijo preparada al respecto. Ahí nos menciona una dificultad básica originada en la dinámica del cohete. Supongo que en el resto de entradas dará mas puntos de vista, pero desde luego esa limitación no justifica en absoluto que no pueda haber viaje espacial; simplemente indica que los cohetes químicos no son la mejor manera de hacerlo, que es algo que se sabe desde hace tiempo. Imagino que mas adelante kanijo explicará que existen otros tipos de propulsion. Tenemos por ejemplo los motores iónicos en los que la velocidad a la que salen despedidas las partículas es mucho mayor que las de cualquier combustible químico y que nos dan un ratio suficiente para viajes por el sistema solar. De hecho varias sondas interplanetarias se han impulsado mediante sistemas de propulsión iónica. Estos sistemas tienen sus peculiaridades: por ejemplo su potencia de impulsión es muy baja, pero, por contra, pueden mantenerse encendidos mucho tiempo. Eso se traduce en una aceleración pequeña pero mantenida que resulta en velocidades finales mucho mayores que los motores químicos.
Otro sistema considerado para el viaje interplanetario son las “catapultas”. Antes de hablar de ellas empezaré por su primo cercano, el ascensor espacial. La idea del ascensor espacial, muy bien descrita en la novela de Arthur C. Clarke “las fuentes del paraíso” es simple. Se toma algún tipo de roca en una órbita geoestacionaria sobre la tierra. Se descuelga un hilo hasta el suelo desde esa roca y se usa como cable para subir un ascensor. El mayor problema con esta idea es dar con un material que aguante su propio peso. Aparentemente los recientes modelos de nanotúbulos de carbono son lo bastante fuertes para permitir eso y hay análisis favorables sobre la viabilidad del proyecto.
La idea de las catapultas, analizada en “la telaraña entre los mundos” de Charles Sehfield o “Camelot 304″ de Robert F. Forward consiste en usar una roca espacial grande y usar un cable similar a los de los ascensores espaciales para acelerar una nave, dando vueltas alrededor de la roca, hasta alcanzar la velocidad necesaria para la órbita interplanetaria y entonces soltarla. Con ese sistema podría viajarse a Marte en cuestión de semanas.
Otras propuestas mas delicadas son crear cohetes de combustión nuclear. La primera idea al respecto proviene del físico Freeman Dyson y consiste en usar detonaciones de bombas de fisión para impulsar la nave. Requiere que la nave tenga los escudos adecuados. Además es arriesgado subir materiales fisibles a órbita Pero desde luego es factible y en caso de urgencia seguro que se estudiaría y se intentaría poner en práctica pese a los riesgos. Podéis leer una exposición de la idea en, por ejemplo, la novela “olympos” de Dan Simons.
La otra propuesta es el motor de fusión. La fusión da mucho mas margen a la ecuación del cohete. Aparte de eso una nave puede recoger hidrógeno del medio interestelar mientras avanza con lo cuál nunca se quedarían sin combustible. Esta idea está analizada en el ciclo de novelas sobre el centro galáctico de Gregory Benford. Por supuesto el problema es que la fusión nuclear es muy complicada.
Otra idea complicada es la de la novela “las crónicas de Mc Andrew” de Charles Shefield. Ahí la fuente de energía/impulsión se centra en torno a un agujero negro. Sobre esa idea se han escrito algunos artículos técnicos que ya he analizado en mi blog de ciencia, ver: Microagujeros negros y viaje espacial y las siguientes dos entradas.
Como podéis ver he relacionado muchas ideas de viaje espacial con novelas de CF, todas ellas hard. La mayoría de esas novelas están escritas por físicos con una sólida formación en esos temas. Basan sus historias en artículos científicos de esos campos (y algunos posiblemente hayan escrito ellos mismos algún artículo al respecto). En general es mas probable que un escritor de CF hard sepa más sobre el status de la investigación espacial y su viabilidad que el “físico de a pie” (eso incluye profesores universitarios de física trabajando en otras disciplinas de la física). La propia CF hard, y los que se dedican a ella deberían (deberíamos) ser una fuente de ideas a priori viables y no muy alejadas de lo realizable en la práctica sobre el viaje espacial.
Otro gran obstáculo, probablemente el mayor, para la exploración espacial tripulada es la salud de los pasajeros. En un viaje con cohete químico a Marte el trayecto de ida tardaría unos 8 0 9 meses. En ese periodo los astronautas recibirán mucha radiación cósmica, suficiente para que el riesgo de contraer cáncer en un plazo de dos años ronde el 25%. Frente a eso las soluciones pasan por reforzar los blindajes, lo cuál implica un cohete demasiado pesado, o crear curas contra el cáncer. Hay que decir que cuando los USA estaban en plena carrera espacial dedicaron a la cura del cáncer un presupuesto igual al que dedicado a la exploración espacial. Desde entonces ha habido unas cuantas partidas presupuestarias aún mayores dedicadas a dicho propósito sin grandes resultados. Actualmente la mejora en la lucha contra el cáncer se deben sobre todo a las mejoras en los diagnósticos tempranos. Estas mejoras provienen sobre todo de equipos de exploración cuyo origen se debe más al avance de la física de materiales y a las técnicas informáticas que a la investigación médica en sí. Realmente el problema del cáncer es complejo, y requiere muchos avances en biología y medicina. Es interesante saber que la cura del cáncer y el viaje espacial van de la mano, y que los avances en uno de los campos seguramente repercutirían beneficiosamente en el otro.
Bien, hasta aquí he explicado algunos de los motivos por los cuales no hay viaje espacial tripulado a otros planetas del sistema solar. El siguiente paso sería plantearse los perjuicios que este retraso en el viaje espacial pueden significar para la especie humana. Lo resumiré en una sencilla frase: “En un futuro no muy lejano la especie humana será una especie espacial o no será”. El porque de esa frase lo explicaré en otro momento .
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