Artículo publicado el 10 de enero de 2013 en Space.com
El espacio-tiempo es liso en lugar de
espumoso, según sugiere un nuevo estudio, anotando una posible victoria a
Einstein sobre algunos teóricos cuánticos que llegaron tras él.
En su teoría general de la relatividad,
Einstein describe el espacio-tiempo como algo fundamentalmente liso,
curvándose solo bajo la tensión de la energía y la materia. Sin embargo,
algunas interpretaciones de la teoría cuántica no están de acuerdo,
viendo el espacio como algo compuesto de un espuma de minúsculas
partículas que aparecen y desaparecen constantemente.
Parece que Albert Einstein estaba de nuevo en lo cierto.
Un equipo de investigadores llegó a esta
conclusión tras seguir el largo camino de tres fotones a través del
espacio intergaláctico. Los fotones se lanzaron en una gran explosión
conocida como estallido de rayos gamma, que tuvo lugar a unos 7000
millones de años luz de la Tierra. Finalmente llegaron hasta los
detectores del Telescopio Espacial de Rayos Gamma Fermi, de la NASA, en
mayo de 2009, llegando con apenas una separación de un milisegundo.
Este empate en la llegada apoya
sólidamente la visión Einsteniana del espacio-tiempo, dicen los
investigadores. Las longitudes de onda de los fotones de un estallido de
rayos gamma son tan pequeñas que deberían poder interactuar incluso con
las “burbujas” más diminutas que proponen los teóricos cuánticos para
esta espuma espacio-temporal.
Si realmente existe esta espuma, los tres
protones deberían haber sido golpeados un poco durante su épico viaje.
En tal escenario, las posibilidades de que los tres alcanzaran el
telescopio Fermi virtualmente al mismo tiempo, son muy bajas, dicen los
investigadores.
Por lo que el estudio es un golpe contra
la existencia de la espuma tal como se piensa actualmente que es, aunque
no un golpe mortal.
“Si después de todo existe la espuma,
creemos que debe ser a una escala mucho menor que la longitud de Planck,
lo que indica que podría haber implicada una física distinta”, dice el
líder del estudio Robert Nemiroff, de la Universidad Tecnológica de
Michigan (Michigan Technological University), en un comunicado. (La
longitud de Planck es una distancia casi inimaginablemente pequeña,
aproximadamente una billonésima de billonésima del diámetro de un átomo
de hidrógeno).
“Existe la posibilidad de que sea una
fluctuación estadística, o que la espuma espacio-temporal interactúe con
la luz de forma diferente a como imaginamos”, añade Nemiroff, que
presentó sus resultados el 9 de enero en la 221 reunión de la Sociedad
Astronómica Americana en Long Beach, California.
Si el estudio resulta ser cierto, las implicaciones son muy grandes, dicen los investigadores.
“Si futuros estallidos de rayos gamma
confirman esto, habremos aprendido algo muy fundamental sobre nuestro
universo”, dice en un comunicado Bradley Schaefer de la Universidad
Estatal de Louisiana (Louisiana State University).
Fecha Original: 10 de enero de 2013
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