Desarrollan un algoritmo para encontrar señales de colisiones entre distintas burbujas cosmológicas en el fondo cósmico de microondas que sean prueba de la existencia de un multiverso.
Según algunas teorías cosmológicas podría haber una especie de multiverso en el cual estaría nuestro universo. La inflación eterna, por ejemplo, predice que a partir de un estado determinado se pueden producir distintos procesos de inflación como el que se cree generó nuestro universo. De este modo, la esfera de universo visible que vemos estaría dentro de una burbuja inflacionaría, pero podría haber otras burbujas que contuvieran otros universos que habrían sufrido procesos de inflación similares. Pero su contenido podría ser distinto y los valores de las constantes físicas podría diferir de los alcanzados en nuestro universo, incluso las leyes de la Física podrían ser distintas.
Lo difícil es demostrar que esos otros universos existen, pues el proceso de inflación tiene que separar causalmente nuestro universo de cualquier otro, haciendo imposible cualquier detección directa.
Sin embargo, aunque ahora es imposible detectar esas otras burbujas, puede que dejaran algún tipo de huella en el pasado sobre el fondo cósmico de microondas (FCM). Posibles colisiones entre burbujas en expansión habrían dejado patrones en forma de disco sobre el mismo.
Lo difícil es tratar de distinguir esos patrones en una mar de datos con mucho ruido o definir, fuera de toda duda, que el origen de esos patrones es la colisión entre burbujas cosmológicas. Al parecer es un delicado problema computacional y estadístico. Ahora, en un par de artículos se detalla cómo se podrían buscar esas posibles señales de otras burbujas en el FCM.
Los investigadores autores de esos trabajos corrieron simulaciones computacionales para saber cómo sería el FCM si tales colisiones no tuvieron lugar y desarrollaron un algoritmo que a partir de los datos reales encuentre por comparación señales de tales colisiones. Usando datos del WMAP han puesto una cota superior a la existencia de las señales dejadas por tales colisiones.
Podría suceder que un determinado patrón visto en el FCM se diera por coincidencia estadística y que no fuera real, sino que nuestra capacidad cerebral de extraer patrones del mundo observado nos haga ver algo que no existe. Es similar a mirar hacia unos montes en Marte y ver allí una cara o ver un conejo entre las formaciones nubosas del cielo. Sin embargo, el método elaborado por estos investigadores es más difícil que se deje engañar por algo así.
De momento, aunque no han detectado ningún patrón que corresponda a este tipo de colisiones, los investigadores no pueden descartar este tipo de multiverso. Para ello se necesitarían mejores datos. De momento, debido a la imposición de un embargo, los datos más precisos del observatorio Planck sobre el FCM no están disponibles (pese a haber elaborado ya varios mapas completos del cielo) y lo estarán hasta el año que viene (hasta que los científicos implicados los hayan explotado en profundidad). Es de esperar que una vez pasado ese plazo los datos estén disponibles y se puedan buscar estos patrones. Si se encuentran serían la prueba de la existencia de un multiverso. Y si no se encuentra siempre quedará una fe que sustituya al método científico y que ponga el límite observacional un poco más allá.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3581
Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo en ArXiv.
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Lo difícil es demostrar que esos otros universos existen, pues el proceso de inflación tiene que separar causalmente nuestro universo de cualquier otro, haciendo imposible cualquier detección directa.
Sin embargo, aunque ahora es imposible detectar esas otras burbujas, puede que dejaran algún tipo de huella en el pasado sobre el fondo cósmico de microondas (FCM). Posibles colisiones entre burbujas en expansión habrían dejado patrones en forma de disco sobre el mismo.
Lo difícil es tratar de distinguir esos patrones en una mar de datos con mucho ruido o definir, fuera de toda duda, que el origen de esos patrones es la colisión entre burbujas cosmológicas. Al parecer es un delicado problema computacional y estadístico. Ahora, en un par de artículos se detalla cómo se podrían buscar esas posibles señales de otras burbujas en el FCM.
Los investigadores autores de esos trabajos corrieron simulaciones computacionales para saber cómo sería el FCM si tales colisiones no tuvieron lugar y desarrollaron un algoritmo que a partir de los datos reales encuentre por comparación señales de tales colisiones. Usando datos del WMAP han puesto una cota superior a la existencia de las señales dejadas por tales colisiones.
Podría suceder que un determinado patrón visto en el FCM se diera por coincidencia estadística y que no fuera real, sino que nuestra capacidad cerebral de extraer patrones del mundo observado nos haga ver algo que no existe. Es similar a mirar hacia unos montes en Marte y ver allí una cara o ver un conejo entre las formaciones nubosas del cielo. Sin embargo, el método elaborado por estos investigadores es más difícil que se deje engañar por algo así.
De momento, aunque no han detectado ningún patrón que corresponda a este tipo de colisiones, los investigadores no pueden descartar este tipo de multiverso. Para ello se necesitarían mejores datos. De momento, debido a la imposición de un embargo, los datos más precisos del observatorio Planck sobre el FCM no están disponibles (pese a haber elaborado ya varios mapas completos del cielo) y lo estarán hasta el año que viene (hasta que los científicos implicados los hayan explotado en profundidad). Es de esperar que una vez pasado ese plazo los datos estén disponibles y se puedan buscar estos patrones. Si se encuentran serían la prueba de la existencia de un multiverso. Y si no se encuentra siempre quedará una fe que sustituya al método científico y que ponga el límite observacional un poco más allá.
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Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo en ArXiv.
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