viernes, 3 de octubre de 2025

La Dama de Encajes y la Bruja de Batalla (13): El Corazón de Latón y la Plaga de Silicio

La convocatoria de los Netherlords fue, como siempre, repentina e imponente. Nos encontramos de nuevo en su sala no-euclidiana, las tres figuras blindadas flotando en la oscuridad. Esta vez, sin embargo, su petición era diferente.

—Nuestra búsqueda de un método de viaje dimensional estable continúa —resonó una de sus voces—. Hemos detectado un artefacto de potencial inmenso. Un estabilizador espacio-temporal natural. Una variante única y mucho más potente de las "piedras de fuego" que ya conocéis. Lo hemos denominado "La Piedra Corazón".

—¿Quieren que la recuperemos? —preguntó Valkyrie.

—No —respondió el segundo Netherlord, y la negativa nos sorprendió—. Nuestra intención no es perturbar el equilibrio de las dimensiones menores. La Piedra Corazón sirve como fuente de energía central para la civilización del plano donde reside. Extraerla podría causar un colapso social y tecnológico. Vuestra misión no es de recuperación, sino de información.

El tercer Netherlord proyectó una imagen: una ciudad de torres de latón, puentes de hierro forjado y un cielo lleno de dirigibles impulsados por vapor.

—Debéis ir a la ciudad de Aethelburg, en el universo de los Incursores. Debéis evaluar la Piedra Corazón, determinar si su energía puede ser replicada de forma segura o si puede ser extraída sin dañar a la población. Sois nuestras consultoras éticas y científicas en esta materia. No actuéis hasta que tengamos vuestro informe.

Una sonrisa se dibujó en mi rostro. Aethelburg. Hacía tiempo que no veía a mi viejo amigo.


Aterrizamos en un callejón que olía a carbón, aceite y metal caliente. El sonido de los pistones de vapor y el repique de los engranajes era la música de la ciudad. Para mezclarnos, tuvimos que adoptar la moda local. Samu, una entusiasta de la moda en todas sus formas, estaba encantada con los vestidos victorianos, los polisones y los sombreros elaborados. Val aceptó el corsé con una disciplina estoica, como si fuera una pieza más de una armadura. Yo lo consideré un mal necesario para el trabajo de campo.

Zafira, sin embargo, se negó en rotundo.

<ZAFIRA (voz metálica desde mi smartphone)>: ¡No! ¡Me niego! ¿Atar mi gloriosa forma en una de esas jaulas de tela y huesos de ballena? ¡Jamás! ¡Es una atrocidad! ¡Este universo está encorsetado literal y figuradamente! ¡Protesto por esta falta de libertad nudista!

Decidí que discutir era inútil. La dejaría participar a través de la cámara y el micrófono del teléfono, que sostenía en un elegante soporte de latón en mi muñeca.

Guié al equipo a través de las bulliciosas calles, pasando junto a autómatas de relojería que barrían las aceras, hasta el taller de un viejo amigo: el Profesor Alistair Finch. Era un hombre mayor, con unas gafas de aumento siempre puestas sobre su frente y las manos manchadas de grasa.

—¡Natalia! ¡Mi brillante colega de otro mundo! —exclamó al verme, abrazándome con entusiasmo—. ¡Justo a tiempo! ¡He estado trabajando en una mejora para el colector de diferencial de nuestra última colaboración!

Tras ponernos al día, le pregunté sutilmente por la fuente de energía de la ciudad. Los ojos de Alistair brillaron con orgullo.

—¡Ah, te refieres al Corazón de Aethelburg! ¡La mayor maravilla de nuestro tiempo! —Nos llevó a una ventana que daba al centro de la ciudad, donde una inmensa torre de latón y cristal zumbaba con poder—. Es una Piedra de Fuego única, mil veces más estable y potente que cualquier otra. Está intrínsecamente conectada a cada máquina, cada luz, cada hogar de la ciudad. Es, literalmente, el corazón que bombea vida a nuestras venas de latón.

Confirmó los temores de los Netherlords. Extraerla sería matar la ciudad. Pero entonces, su rostro se ensombreció.

—Aunque últimamente... hemos tenido problemas. Fluctuaciones de energía inexplicables. Y los operarios de mantenimiento han informado de "fantasmas de metal" en los túneles de acceso al Corazón. Figuras que se mueven en la oscuridad y desaparecen.

Mis sensores internos se activaron. "Fantasmas de metal". La descripción era demasiado familiar.


Esa noche, nos adentramos en los túneles de mantenimiento bajo la Torre del Corazón. Era un laberinto de tuberías de vapor, engranajes gigantescos y el constante silbido de la presión. El calor era sofocante.

<ZAFIRA>: Huele a axila de golem de hierro. Quiero volver a mi amuleto.

Fue Val quien los detectó primero con su radar psiónico. Cincos presencias, no del todo vivas, no del todo mecánicas. Al doblar una esquina, los vimos. Eran los Cybrids. Estaban acoplados a los conductos principales de energía del Corazón, sus cuerpos cibernéticos cubiertos de cables y sondas. No estaban atacando. Estaban... bebiendo. Absorbiendo la energía estabilizadora de la Piedra Corazón.

Nos vieron. La batalla fue instantánea y silenciosa, una ráfaga de movimientos en la penumbra. Val se enfrentó a dos de ellos, su fuerza bruta contra su precisión mecánica. Samu creó escudos que desviaban sus proyectiles de energía. Yo analicé sus patrones de ataque, buscando una debilidad.

En el caos, uno de los Cybrids se abalanzó sobre mí. Esquivé su ataque y contraataqué con un pulso electromagnético localizado desde mi guantelete. El Cybrid se convulsionó y cayó, y su máscara facial se partió con un crujido.

Me detuve en seco.

Debajo de la máscara no había un monstruo. Era el rostro de un Creador, como el de Kaelen. Pero estaba desfigurado, la piel nacarada consumida en parte por la cristalización negra y geométrica de la Corrupción de Silicio. Jadeaba, no de aire, sino de un dolor que abarcaba milenios.

—No son carroñeros... —susurré para mí misma—. Son pacientes. Son supervivientes.

El líder de los Cybrids, viendo que su camarada había caído, detuvo el ataque. Un texto apareció en su visor.

<CYBRID LÍDER>: Vosotros otra vez. Apartaos. Necesitamos la energía estabilizadora. Es la única forma de frenar la decadencia.

<NATALIA D.>: Lo que estáis haciendo es imprudente. Estáis desestabilizando la red eléctrica de toda la ciudad. Provocaréis un apagón catastrófico.

<CYBRID LÍDER>: Un riesgo aceptable. La supervivencia lo exige.

Se prepararon para reanudar la lucha. Estábamos en un punto muerto. No podíamos dejarlos continuar, pero luchar contra ellos, sabiendo ahora que eran víctimas desesperadas de la misma plaga que Kaelen, se sentía monstruosamente mal.

Di un paso al frente, levantando una mano.

<NATALIA D.>: Hay otra manera. —Me miraron, sus ópticas sin emociones fijos en mí—. Sé lo que sois. Sé la enfermedad que os consume. Y no estáis solos. He encontrado a otro de los vuestros. Un científico llamado Kaelen. Él también estaba infectado.

Un pulso de luz recorrió sus visores, indicando que estaban procesando la información a una velocidad increíble.

<NATALIA D.>: Dejad la Piedra Corazón. Vuestra solución no está aquí. Kaelen sobrevivió, y está trabajando en la panacea original, en una cura real. Venid conmigo. Ayudadnos. Y os prometo que os salvaremos.

El silencio en el túnel era absoluto, roto solo por el silbido del vapor. Los Cybrids se miraron el uno al otro, procesando la oferta. Una oferta de esperanza, la primera que habían tenido en miles de años, de una extraña que ya se había cruzado en su camino dos veces. Su respuesta determinaría no solo su destino, sino el futuro de una ciudad entera que dormía sin saberlo sobre un corazón de latón a punto de detenerse.

CONTINUARÁ...

jueves, 2 de octubre de 2025

Aventura en M-Space: La Traición Estelar

Sistema: M-Space (Mythras d100)

Resumen de la Aventura

Los Personajes Jugadores (PJ) son contratados por una supuesta agente exploradora para recuperar una nave científica accidentada en un planeta desértico y hostil. El “taxi estelar” que los lleva los abandona con raciones limitadas (14 días). Para escapar y sobrevivir, los PJ deben reparar rápidamente la nave Scout ISS Vanguard (Jump-2, torreta con Beam Laser) y descubrir por qué la tripulación original fue asesinada. La investigación revela que sus empleadores son en realidad los piratas Sombras Negras, liderados por Kara Voss, quienes planearon la traición desde el inicio. La aventura culmina en una carrera contrarreloj para reparar la nave en 7 días o menos y un combate desesperado en el espacio para escapar de los piratas.


Fondo y Escenario

Zephyr-4 (Sistema Fronterizo)

El sistema Zephyr-4 es un sector fronterizo poco regulado. El planeta Eridan Prime (Atmósfera delgada, Desierto, Gravedad 0.8G) es el escenario de la primera fase.

La ISS Vanguard (Scout Accidentada)

La ISS Vanguard (Type-S Scout/Courier Streamlined, ver Apéndice B) fue una nave de exploración gubernamental modificada. Fue emboscada por los piratas Sombras Negras. Los piratas mataron a la tripulación para robar los datos de un artefacto alienígena (coordenadas de una tecnología perdida) y sabotearon el Hyperspace Drive y el Power Plant para simular un accidente. Luego, contrataron a los PJ (disfrazados de exploradores) para repararla, planeando eliminarlos tras la recuperación de los datos.


Acto 1: Abandono en Eridan Prime

La Contratación

Los PJ son contratados por Kara Voss (ver Apéndice A), disfrazada de agente imperial. Ella les ofrece Cr 50,000 por PJ para recuperar datos “científicos” y reparar la nave. Un Taxi Estelar (ver Apéndice B) los lleva a Eridan Prime (1 semana de viaje) y los deja en el sitio del accidente.

PNJ Piloto del Taxi: “Volveré en 3 semanas si no recibo su señal. ¡Suerte!” El taxi se marcha inmediatamente.

Los PJ tienen raciones para 14 días. Dado que un salto de regreso toma 7 días, tienen exactamente 7 días para completar las reparaciones. Si se exceden, comenzarán a sufrir inanición durante el salto.

Exploración Inicial

  • El Sitio del Accidente: La ISS Vanguard está volcada y con daños visibles (Hyperspace Drive y Power Plant).
    • Perception 50% (Chequeo de Detección): Éxito revela los cuerpos de la tripulación original (muertos por heridas de láser, no por el accidente).
  • El Entorno Hostil:
    • Gravedad 0.8G: Chequeo Athletics (Endurance) % -10% para moverse de forma eficiente.
    • Tormentas de Arena: Cada 2 días, chequeo Survival 55% -20% o los PJ pierden un día en el cronograma de reparaciones.
    • Fauna (Arenosos): Cada 2 días, chequeo Perception 50% -10% para detectar a tiempo la fauna local (ver Apéndice A). Fallo: Combate inmediato.
  • Pista Inicial:
    • Electronics (Computers) 50% -20% (Computadora dañada): Éxito revela un log parcial: “Ataque… nave desconocida… Black Razor…”.

Acto 2: Reparaciones Contra el Reloj

Los PJ deben usar sus habilidades para reparar la nave antes de agotar su tiempo de raciones. Todos los chequeos de reparación tienen un penalizador de -20% por los daños causados por el sabotaje.

Cronograma Esencial (7 Días Límite)

Tarea Habilidad Dificultad Tiempo (Horas/Días) Notas
Recolección de Combustible Pilotage 60% -20% 6-12 horas Uso del Fuel Scoop en océano/gigante gaseoso.
Purificación de Combustible Engineering 70% Estándar 2 días (41 Td) Uso de la Fuel Purification Plant (20 Td/día).
Reparación de Hyperspace Drive Engineering 70% -20% 8 horas (1 día) Fallo: +10% de riesgo de misjump en el salto.
Reparación de Power Plant Mechanics 50% -20% 6 horas (1 día) Fallo: La planta solo genera 3 EP (insuficiente para el salto).
Restauración de Torreta (Láser) Gun Combat (Energy) 60% -20% 4 horas Asegura 1D6 de daño en el combate espacial.
Diagnóstico Forense Medicine 60% -20% 4 horas Éxito: Revela claramente que las heridas son de láser de alto poder, confirmando ataque pirata.
Pista Clave (Holovid) Electronics (Computers) 50% -20% 2 horas Éxito: Desbloquea un holovid de Kara Voss liderando el ataque del Black Razor.

Consecuencias del Retraso

  • Inanición: Si los PJ exceden los 7 días de reparación, comenzarán a sufrir en el salto de regreso (7 días). Chequeo Athletics (Endurance) 60% -20% cada día.
    • Fallo: El PJ sufre -1D6 HP por hambre y fatiga, además de un penalizador de -10% a todas las habilidades.
    • Crítico (Fallo): Sufre -2D6 HP.

Acto 3: La Traición y la Fuga

La Emboscada

Una vez que la nave es reparada y despegan (chequeo Pilotage 60%), los PJ reciben un contacto de Kara Voss cerca del punto de encuentro acordado (un asteroide).

Kara Voss (Vía Commlink): “Felicitaciones. Entreguen la nave y los datos… o serán polvo estelar. El taxi nunca iba a regresar. Siempre trabajaron para las Sombras Negras.”

Los piratas atacan con el Black Razor (200 Td, ver Apéndice B).

Combate Espacial (M-Space)

  • Detección: Chequeo Electronics (Sensors) 50% +20% (Sensores Avanzados).
    • Fallo: Los piratas atacan primero (sorpresa).
  • Maniobras: Chequeo Pilotage 60% -10% (2G vs. 1G del Black Razor).
    • Éxito: Ganan distancia (rango Short o Medium) o posición ventajosa.
  • Combate:
    • PJ (ISS Vanguard): La torreta Beam Laser (daño 1D6) ataca (chequeo Gun Combat (Energy) 60%). La armadura (4) de la Vanguard absorbe 4 puntos de daño por hit.
    • Piratas (Black Razor): La torreta doble dispara misiles (daño 3D6) o láser (daño 2D6). La armadura (6) del Black Razor absorbe 6 puntos de daño por hit.
  • Escape: El objetivo principal es desactivar el Hyperspace Drive pirata (usando un golpe crítico Gun Combat 95-100% para un impacto en el motor) o saltar.
    • Salto: Chequeo Astrogation 65% +10% (Software).
      • Éxito: Salto a un sistema seguro (Imperial o de la Marina).
      • Fallo: Misjump a un sistema hostil (nueva aventura).

Resolución y Ganchos

Resultado Recompensas y Consecuencias
Éxito Total Los PJ escapan con la Vanguard y los datos. Ganan la nave (valor MCr 31.39), una recompensa por los piratas (Cr 100,000) y el contacto con los Exploradores Imperiales. Gancho: Los datos revelan un mapa hacia el arma alienígena.
Fracaso Parcial Escapan con la nave dañada o en cápsulas de escape (pods). Pierden los datos y sufren daños por inanición. Son buscados por los piratas. Gancho: Los piratas sobreviven y buscan venganza.
Fracaso Total Capturados o muertos por los piratas. La Vanguard es destruida.

Apéndice A: Personajes No Jugadores (PNJ)

Todos los PNJ usan la estructura de atributos y habilidades de M-Space (d100).

Nombre Rol Atributos Clave (Media) Habilidades Clave (%) Pasiones (%)
Kara Voss Líder Pirata, Capitana INT 15, CON 14, CHA 14 Gun Combat (Energy) 80%, Pilotage 70%, Deceit 75% Código Pirata 80%, Codicia 90%
Piloto del Taxi PNJ Neutral CON 12, DEX 12 Pilotage 60%, Astrogation 55%, Electronics (Comms) 50% Supervivencia 60%, Neutralidad 70%
Tripulación Pirata (x4) Tripulantes Pirata STR 11, SIZ 12 Gun Combat (Energy) 60%, Engineering 50%, Combat Style 50% Código Pirata 70%, Avaricia 80%

Fauna Local: Arenosos

  • Atributos: STR 8, DEX 6, END 6 (similares a Mythras/M-Space)
  • HP: 12 (Media)
  • Armadura: 2 (Piel gruesa)
  • Ataque: Mordida (Daño 2D6)
  • Notas: Requiere chequeo Perception 50% -10% para detectarlos antes de que ataquen.

Apéndice B: Fichas de Naves

Todas las naves son TL 12 y usan el sistema de toneladas (Td) de M-Space/Traveller.

1. ISS Vanguard (Type-S Scout/Courier Streamlined)

Componente Especificaciones Toneladas (Td) Armadura/HP Notas de Combate
Casco Streamlined 100 Armadura 4, HP 100 Absorbe 4 daño/hit.
Propulsión H-2, M-2, P-2 (6 EP) 11 - 2G de aceleración.
Combustible 40 Td Jump + 1 Td PP 41 - Dos saltos de 2 parsecs.
Armas Single Turret, Beam Laser 1 - Daño 1D6, 1 EP/disparo.
Módulos Bridge, Enfermería, Purificación 15 - Enfermería cura 1D6 HP/día.
Carga Espacio restante 15 Td - -
Costo Total - 100 Td - MCr 31.39

2. Black Razor (Nave Pirata)

Componente Especificaciones Toneladas (Td) Armadura/HP Notas de Combate
Casco Armored 200 Armadura 6, HP 150 Absorbe 6 daño/hit.
Propulsión H-2, M-1, P-2 (6 EP) 11 - 1G de aceleración.
Combustible 40 Td Jump + 1 Td PP 41 - Dos saltos de 2 parsecs.
Armas Double Turret 2 - Misiles (3D6) y Láser (2D6).
Módulos Bridge Armored, Computadora 10 15 - Jamming (+10% a Electronics (Comms)).
Carga Espacio restante 50 Td - -
Costo Total - 200 Td - MCr 45

3. Taxi Estelar (Carguero Ligero)

Componente Especificaciones Toneladas (Td) Armadura/HP Notas de Combate
Casco Standard 100 Armadura 2, HP 80 Vulnerable.
Propulsión H-1, M-1, P-1 (4 EP) 11 - 1G de aceleración, 1 parsec de salto.
Combustible 10 Td Jump + 1 Td PP 11 - Un salto de 1 parsec.
Armas Ninguna 0 - Desarmada.
Módulos Bridge, Computadora 5 11 - -
Carga Espacio restante 67 Td - -
Costo Total - 100 Td - MCr 20

lunes, 29 de septiembre de 2025

La Dama de Encajes y la Bruja de Batalla (12): El Ancla del Héroe Paradójico

 La calma en nuestro universo de bolsillo duró exactamente un mes y tres días. Estaba en mi laboratorio, analizando los datos residuales del colapso evitado en Aegis City, cuando una fluctuación de energía hizo que todos mis monitores parpadearan. La fuente no era externa. Provenía del amuleto de lapislázuli de Zafira, que descansaba sobre un cojín de terciopelo al otro lado de la sala. La gema brillaba con una luz cobriza demasiado intensa, y estaba caliente al tacto.

Zafira apareció a mi lado, con una expresión de genuina incomodidad. —Se me está quedando pequeño el piso, Nat.

—Tu poder ha crecido —analicé, pasando un escáner sobre el amuleto—. Las aventuras, la energía dimensional a la que te has expuesto... tu "matriz de energía consciente", como la llamaría yo, está ejerciendo demasiada presión sobre los parámetros de contención de este ancla física. Si no te "mudas" pronto, el amuleto podría fracturarse.

—Y convertirme en una bonita pero muy difusa nube de gas brillante —terminó ella, haciendo un mohín—. Exactamente. Los genios somos como los cangrejos ermitaños, necesitamos cambiar de concha a medida que crecemos. Y yo, querida, me he vuelto... ¡inmensa!

Con un gesto teatral, hizo aparecer un objeto sobre la mesa. Era el smartphone de edición de coleccionista del Paladín de Oro que había comprado en Aegis City. Era una pieza de tecnología elegante, con el logo dorado del Paladín en la parte trasera. Tras su "muerte", su valor se había disparado.

—Tenía pensado usar una botella de perfume de edición limitada de Chanel Nº 5 del universo 7-GAMMA —dijo con nostalgia—. Pero esto... esto es mejor. Es exclusivo, es valioso, y lo más importante... —su voz bajó a un susurro conspirador—... está saturado de la energía paradójica que definía al Paladín. Podría ser el ancla más potente que un genio haya tenido en siglos.

Mi cerebro científico se encendió. La idea de una entidad consciente, una forma de vida que era esencialmente bosónica —sin el principio de exclusión de Pauli que obliga a la materia como la mía a ocupar un espacio definido— anclada a un objeto físico era, para mí, el Santo Grial de la física exótica. Eran, como yo los entendía, campos de fuerza y hologramas conscientes, sin materia estable propia más allá de su ancla. Estudiar el proceso de "traslado" era una oportunidad que no podía dejar pasar.

—Necesitamos la opinión de un experto —dijo Zafira—. Conozco a un artesano en nuestro plano natal. El mejor creando y evaluando anclas. ¿Me acompañas, Nat? Te prometo que verás cosas que harán que tus sensores canten de alegría.


El universo de los genios no se parecía a nada que hubiera experimentado. No había planetas, ni estrellas, ni suelo bajo nuestros pies. Era un cosmos de luz líquida y colores danzantes. Flotábamos en un mar de energía arremolinada donde las nebulosas cantaban y los cometas dejaban estelas de risa. La "tierra firme" eran islas de cristal que parecían notas musicales solidificadas. La "gente" eran otros genios, seres de luz y energía de formas y tamaños imposibles, que se comunicaban mediante sinfonías de color y emoción.

<NATALIA D. (vía comunicador)>: Fascinante. Mis sensores están saturados. La física aquí es puramente conceptual. La gravedad, el electromagnetismo... todo son variables dependientes de la densidad de energía consciente local.

<ZAFIRA>: ¿A que es bonito? ¡Hogar, dulce hogar!

El artesano, un genio antiguo llamado Al-Kindi, residía en el interior de un geoda flotante del tamaño de una luna pequeña. Su taller estaba lleno de posibles anclas: espadas legendarias, joyas que contenían galaxias, libros cuyas páginas eran de tiempo solidificado.

Al-Kindi era una figura imponente de humo plateado y ojos como estrellas de neutrones. Tomó el smartphone con una reverencia, y sus dedos de energía lo envolvieron. No lo miró; lo "sintió".

—Curioso... —resonó su voz, que era como el repique de mil campanas de cristal—. Este objeto es joven, pero su historia es una paradoja. Nació de un deseo, vivió como una mentira y murió como una verdad. Está impregnado de una "potencialidad de reescritura de la realidad" muy potente.

<ZAFIRA>: ¿Servirá como ancla?

—Servirá, sí. Y será magnífica —confirmó Al-Kindi—. Te permitirá contener y expandir tu poder como nunca antes. No será solo una concha; será un amplificador. Podrás manifestar aspectos de tu universo de bolsillo dentro de él, llevar contigo una habitación, un jardín...

Hizo una pausa, y sus ojos estelares se fijaron en Zafira.

—Pero hay un riesgo. Un ancla tan única te atará al eco de su antiguo propósito. El Paladín fue creado para ser el "héroe perfecto". Al hacer de este objeto tu hogar, podrías verte... impulsada a actuar de formas heroicas y desinteresadas. Para un ser de hedonismo y libre albedrío como tú, podría ser una jaula muy incómoda.

Zafira se quedó pensativa un instante, sopesando el riesgo. Luego, una lenta y pícara sonrisa se dibujó en su rostro de luz.

—Bueno, un poco de heroísmo de vez en cuando no le hace daño a nadie. Mantiene las cosas interesantes.

El trato estaba cerrado. Al-Kindi nos daría las instrucciones para el complejo ritual de transferencia, que deberíamos realizar nosotras mismas.


Mientras regresábamos a través del cosmos de luz, me volví hacia Zafira.

—Tu naturaleza... —comencé, buscando las palabras adecuadas—. Es extraordinaria. No es magia como la de Samu, que doblega las leyes. No tienes leyes que doblegar. Eres un campo de energía bosónica coherente y auto-consciente, anclado a un punto focal de materia bariónica. Es... la solución más elegante a la vida no biológica que he visto nunca.

Zafira me miró, y por primera vez, su habitual fachada de coqueteo y picardía se desvaneció por completo, dejando al descubierto al ser antiguo y poderoso que había debajo. Una genuina y cálida sonrisa iluminó su rostro.

—Esa es la cosa más bonita y científica que me han dicho en mil años, Nat.

Quizás, después de todo, la ciencia y la magia no eran tan diferentes. Ambas eran solo lenguajes que intentaban describir lo imposible. Y en ese momento, en medio de un universo hecho de sueños, la científica y la genio se entendieron a la perfección.

CONTINUARÁ...

viernes, 26 de septiembre de 2025

La Dama de Encajes y la Bruja de Batalla (11): Ecos de Nobleza y Hechizos Innatos

 


 Tras la crisis en Aegis City, nuestro universo de bolsillo se sumió en una merecida calma. Kaelen trabajaba diligentemente, Val parecía más ligera tras haberse enfrentado a su pasado, y yo continuaba analizando los datos del Paladín. Fue en medio de esta tranquilidad que un día, una misiva apareció flotando en el aire frente a Samu. No era de papel, sino de luz tejida, sellada con el blasón de un grifo y una rosa.

Samu palideció. —Son mis padres.

La carta era una convocatoria formal, escrita en una prosa florida que hablaba de "deberes familiares" y "asuntos de suma importancia para la casa". En resumen, la estaban llamando a casa.

—No tienes que ir —le dijo Val, posando una mano en su hombro—. No si no quieres.

—Lo sé —suspiró Samu—. Pero he estado huyendo de esto mucho tiempo. Tal vez... tal vez sea hora de enfrentarlo. Pero no quiero ir sola.

La mirada que compartió con Val lo decía todo. Después de que Samu la apoyara en su regreso a Aegis City, era el turno de Val de ser el ancla.

El portal se abrió a un mundo de fantasía medieval en todo su esplendor. El aire olía a pino y a magia antigua. En el cielo, dos lunas de diferentes colores colgaban sobre las torres de un castillo de piedra blanca que parecía crecer de la propia montaña. Estábamos en el Ducado de Silverwood, el hogar de Samu.

Al llegar, nos recibieron guardias con armaduras grabadas con runas protectoras. El interior del castillo era una mezcla de tapices opulentos, estandartes familiares y la omnipresente tecnología de la magia. Globos de luz flotaban en el aire, y armaduras vacías se movían con vida propia, realizando tareas de limpieza.

Los padres de Samu, el Duque Alistair y la Duquesa Elara, la esperaban en el gran salón. Eran figuras imponentes, nobles y poderosos magos por derecho propio, pero en sus ojos había un atisbo de alivio al ver a su hija.

Tras los tensos pero cariñosos saludos, la conversación no tardó en llegar al meollo de la cuestión.

—Hija mía —comenzó el Duque—, el Príncipe Theron vuelve a buscar esposa. El rey nos ha hecho saber que tu... candidatura... sería vista con buenos ojos. Es la mayor oportunidad que nuestra casa ha tenido en generaciones.

Samu se tensó. —Padre, ya hablamos de esto. No voy a casarme con Theron. No voy a casarme con ningún príncipe.

—¡Es tu deber! —insistió la Duquesa—. Se te concedieron tres evocaciones naturales. ¡Tres! ¡Desintegrar, Escudo Mágico y Salto Dimensional! ¡Los dioses te marcaron para la grandeza! Estás destinada a ser reina.

Valkyrie, sintiendo la oportunidad de desviar la tensión y, a la vez, comprender, intervino con calma. —¿Evocaciones naturales?

El Duque la miró, sorprendido por la interrupción, pero la presencia regia de Val imponía respeto. —En nuestro mundo, los magos y brujas nacemos con la capacidad innata de usar entre uno y tres efectos mágicos sin ayuda. Son nuestras "evocaciones naturales". Son la base de todo nuestro poder. La Decana de Morgath, por ejemplo, se enorgullece de que sus estudiantes suelen nacer con tres, y busca la forma de despertar una cuarta en alguien con la "esencia adecuada".

—Mi hija —continuó la Duquesa, con un tono más suave—, es una de las pocas de su generación con tres evocaciones tan increíblemente potentes. Puede usar su magia sin necesidad de un objeto encantado.

Samu suspiró y, para demostrarlo con una delicadeza que sorprendió a sus padres, levantó una mano. Un disco de energía pura, perfectamente formado, apareció flotando sobre su palma. —Este es mi Escudo Mágico. Puedo crearlo cuando quiera. —El escudo se desvaneció.

Luego, extendió los dedos sobre el centro de la mesa. Del aire vacío, motas de luz se arremolinaron y tejieron, formando una rosa de cristal luminoso con un detalle exquisito. La flor flotó un instante, proyectando pequeños arcoíris sobre la madera pulida. Con un simple pensamiento, la rosa se deshizo con la misma elegancia con la que se había formado, revirtiendo el proceso hasta que solo quedó el aire vacío. —Y esto es Desintegrar. Es el control sobre la creación y la anulación de la materia.

—Y ya conocéis Salto Dimensional —terminó, con tristeza—. La usé para huir de aquí.

Explicó a Val cómo funcionaba su sistema. Los magos podían analizar las evocaciones naturales de otro, descifrar sus componentes y transcribirlos en símbolos en un grimorio. Luego, mediante un complejo ritual en un círculo mágico, podían "cargar" esa magia en un objeto (una joya, un bastón, incluso una carta) estableciendo una condición de "descarga". Usualmente, se usaban palabras en un idioma mágico artificial para evitar accidentes, pero cualquier cosa podía ser un gatillo.

—Por eso mis padres están tan obsesionados —dijo Samu, su voz cargada de una vieja herida—. Mi poder me convirtió en el peón más valioso de su juego político. No me veían a mí, veían a la futura reina que elevaría el nombre de nuestra familia.

Fue entonces cuando les contó la historia completa. La presión, las expectativas, la sensación de ser una posesión. Y la noche en que huyó.

—Abrí un Salto Dimensional al azar, solo quería escapar. Y aparecí en el lugar más extraño que había visto nunca, el "Tiro Cósmico". Había demonios bebiendo con ángeles, robots negociando con seres de gas... Y entonces la vi. Sentada en una mesa, con un dios demasiado guapo, estaba la chica más hermosa que había visto en mi vida. Tenía el pelo blanco como la nieve y los ojos como esmeraldas. No parecía asustada ni impresionada; estaba discutiendo, con una calma absoluta, sobre un error en un formulario de burocracia celestial. En ese momento, en ese bar caótico, esa chica era lo único lógico y real del universo. Y supe que mi antigua vida había terminado.

Se hizo el silencio en el gran salón. Val miró a Samu con una nueva comprensión y un profundo respeto. Samu no era solo la bruja sexy y alocada del equipo; era una mujer que había roto sus cadenas por la promesa de una vida auténtica.

—He encontrado mi propia familia —dijo Samu finalmente, mirando a Val—. Y un propósito que va más allá de los títulos y las alianzas. No seré vuestra reina. Soy una de las guardianas de un científico redimido y una de las cuatro protectoras de una chica que ve el universo como una ecuación que resolver. Y eso... eso es mucho más importante.

Sus padres no lo entendieron del todo. Pero vieron en su hija a una mujer, no a una niña. Vieron a una hechicera que había encontrado su propio poder, mucho más allá de las tres evocaciones con las que había nacido. La discusión no había terminado para siempre, pero por hoy, la batalla estaba ganada.


(Epílogo del Capítulo)

Más tarde, mientras caminaban por los jardines del castillo bajo la luz de las dos lunas, de vuelta hacia el punto donde abrirían el portal, Val rompió el silencio.

—Has estado impresionante ahí dentro, Samu. Has sido valiente.

—Gracias, Val —respondió Samu, con una sonrisa sincera—. Significa mucho viniendo de ti.

Caminaron unos pasos más, el único sonido era el crujir de sus botas sobre la grava encantada que brillaba suavemente en la oscuridad.

—Es curioso cómo vemos las cosas —dijo Val, con la mirada perdida en la silueta del castillo—. Cuando contaste cómo viste a Nat en el bar... fue fascinante.

—¿A qué te refieres? Para mí fue como un relámpago. Vi a esa chica increíble, enfrentándose a un ser divino, armada solo con su cerebro. Vi a alguien que desafiaba al destino.

—Yo no vi eso —respondió Val en voz baja—. Yo vi a una niña asustada, arrancada de su hogar y de todo lo que conocía. Una niña que usaba la ciencia y la lógica como un escudo para protegerse de un universo que no tenía sentido para ella. Su forma de hablar, tan precisa, tan... científica... —Valkyrie hizo una pausa, y un atisbo de una vieja tristeza cruzó su rostro—. Me resultó... familiar. Mi primer instinto no fue de admiración. Fue el de protegerla.

Samu se detuvo y la miró, comprendiendo de repente la naturaleza del vínculo entre Val y Nat de una forma completamente nueva. La diosa de la lógica que ella idolatraba era, para Val, la niña perdida que necesitaba una familia. Y en su extraño equipo, de alguna manera, ambas tenían razón. Se habían encontrado las unas a las otras, cada una viendo en las demás lo que necesitaba, y juntas, se habían convertido en algo mucho más fuerte.

CONTINUARÁ...

lunes, 22 de septiembre de 2025

La Dama de Encajes y la Bruja de Batalla (10): La Ecuación del Héroe Roto



Nuestra base secreta bajo Aegis City se convirtió en un centro de crisis. El mapa holográfico del universo de Val, con la imagen sonriente del Paladín en el centro de la vorágine de inestabilidad, era nuestro recordatorio constante de la cuenta atrás que enfrentábamos. Luchar contra él era un suicidio; debíamos diseccionarlo, encontrar el fallo en su código existencial y explotarlo. Nos dividimos según nuestras especialidades.

Valkyrie, junto a Destello y Umbra, se encargó de la inteligencia humana, o "meta-humana". Su misión era averiguar todo sobre el hombre detrás del héroe. Pero se toparon con un muro.

<DESTELLO (vía comunicador)>: No hay nada, Nat. Es como si hubiera aparecido de la nada hace seis meses. Sin identidad civil, sin amigos, sin familia. Vive en la aguja de la Liga de Héroes, no come, no duerme. Solo... existe para ser un héroe.

Mientras tanto, Samu y yo abordamos el problema desde un ángulo tecno-mágico. Mientras ella realizaba complejos rituales de adivinación para encontrar una debilidad conceptual, yo me dediqué a analizar la "estática" de la realidad que él dejaba a su paso. Los resultados eran desconcertantes.

<NATALIA D.>: Es como si el universo intentara rechazarlo, como un cuerpo que rechaza un órgano trasplantado. Sus poderes no obedecen las leyes de este plano; las reescriben a la fuerza a cada segundo, y la realidad se "desgarra" en el proceso. No es un ser de este universo.

Los hechizos de Samu solo arrojaban enigmas: "La llave es el cerrajero", "El eco precede a la voz", "Su mayor fuerza es su jaula". Frases poéticas que no nos acercaban a una solución.

La verdadera revelación vino de la fuente más inesperada y adecuada: Zafira. Durante dos días, había permanecido en un profundo trance en su amuleto, casi inmóvil. Cuando emergió, sus ojos, normalmente llenos de picardía, brillaban con la luz de mil secretos.

—Ya lo sé —dijo, su voz inusualmente solemne—. He consultado la "Unión Astral de Entidades Concesionarias", nuestro pequeño... foro de genios. Me costó un par de favores, pero encontré el registro. El origen del Paladín de Oro.

Nos reunimos a su alrededor.

—Él no pidió el deseo —continuó Zafira—. Nunca lo hacen. Los que anhelan el poder de esa forma tan cruda siempre formulan mal el deseo. El deseo fue hecho hace seis meses por un niño de diez años llamado Leo. —Proyectó la imagen de un niño pequeño con gafas, sentado solo en un banco del parque—. Sus padres acababan de morir en un ataque de supervillanos. Estaba solo, asustado, y encontró una vieja lámpara de aceite en una tienda de antigüedades.

El nudo en mi estómago se apretó.

—¿Y qué deseó? —preguntó Val.

—Deseó —dijo Zafira, y sus palabras resonaron con el peso de una tragedia cósmica—: "Deseo que exista el mejor superhéroe del universo. Uno que sea tan fuerte y tan bueno que nadie tenga que volver a sentirse solo y asustado como yo."

El genio, un ser de inmenso poder pero de una literalidad cruel, cumplió. Creó al Paladín de la nada, un constructo mágico con un único propósito: ser la encarnación de ese deseo. Por eso es invencible, por eso tiene todos los poderes. La voluntad de un niño afligido, amplificada por la magia de un genio, es una de las fuerzas más potentes del multiverso. Y por eso está destruyendo la realidad. No pertenece aquí; es una idea forzada sobre el tejido del espacio-tiempo.

<VALKYRIE>: ¿Y la consecuencia inesperada? La "letra pequeña" del deseo.

—El Paladín no puede abandonar este universo —explicó Zafira—. Está atado al niño que lo deseó. Y lo más importante... su voluntad no es suya. Está programado para cumplir la idea que un niño de diez años tiene de un "héroe perfecto": sonreír para las cámaras, dar discursos inspiradores y golpear a los malos. No tiene libre albedrío. Es una marioneta gloriosa.

La solución era tan terrible como evidente. No teníamos que luchar contra el Paladín. Teníamos que encontrar a un niño y pedirle que matara a su héroe.


Encontramos a Leo en un orfanato de la ciudad. Era un niño tímido e introvertido que pasaba los recreos dibujando al Paladín de Oro en un cuaderno. Valkyrie, con su aura maternal, fue quien habló con él. La conversación fue la más difícil de su vida, más dura que cualquier batalla. Le explicó, con una delicadeza infinita, que su héroe, su deseo hecho realidad, estaba enfermando al mundo sin querer. Que para salvar a todos los demás, su deseo tenía que terminar.

El niño lloró, pero en sus ojos había una comprensión que superaba su edad. Había pedido un héroe para que nadie sufriera, y si su héroe estaba causando sufrimiento, entonces el deseo estaba roto. Accedió.

La confrontación final tuvo lugar en la cima de un rascacielos, con el pequeño Leo a nuestro lado. El Paladín de Oro aterrizó ante nosotros, su sonrisa perfecta y su pose heroica intactas.

—¡Ciudadanos! —dijo, su voz resonando con una confianza programada—. ¿Necesitáis mi ayuda?

—Paladín —dije, dando un paso al frente—. Tu existencia es una paradoja que está colapsando esta dimensión. Hemos encontrado el origen.

Señalé a Leo. El Paladín miró al niño, y por primera vez, una emoción real cruzó su rostro: confusión. Un error en su código.

—Leo —dijo Valkyrie suavemente—. Es la hora. Solo tienes que desear que se vaya.

Leo miró a su héroe, con los ojos llenos de lágrimas, y susurró: —Deseo... deseo que seas libre.

La magia del genio, obligada a cumplir, se activó. El cuerpo del Paladín de Oro comenzó a volverse translúcido, a deshacerse en partículas de luz dorada. El deseo que lo anclaba había sido revocado.

Pero entonces, ocurrió la sorpresa final. Mientras se desvanecía, la confusión en el rostro del Paladín fue reemplazada por una serenidad y una comprensión absolutas. Sin las ataduras del deseo, en los últimos segundos de su existencia, era por fin libre de tomar su propia decisión.

Miró la ciudad, el mundo que estaba destruyendo sin saberlo. Miró al niño que lo había creado por desesperación. Y tomó su primera y última decisión como un verdadero héroe.

En lugar de simplemente desaparecer, levantó sus manos doradas y liberó todo el poder paradójico que contenía, no como un arma, sino como una herramienta. Una ola de energía pura y ordenadora surgió de él, recorriendo el universo. No fue una explosión, sino una corrección. Mis sensores mostraron cómo la Escala de Estabilidad del universo saltaba de un peligroso 5.9 de vuelta a un sólido y saludable 8.1. Usó su propia aniquilación para sanar la realidad que había dañado.

Se giró hacia Leo una última vez, y la sonrisa programada fue reemplazada por una genuina y agradecida. —Gracias —dijo, antes de desvanecerse en la nada.

El mundo estaba a salvo. Su mayor héroe se había ido, pero no sin antes demostrar que, al final, había estado a la altura de la leyenda que un niño solitario había soñado para él.

CONTINUARÁ...

viernes, 19 de septiembre de 2025

La Dama de Encajes y la Bruja de Batalla (9): La Estática de la Realidad

 


Habían pasado dos meses de una extraña y productiva normalidad. Kaelen, bajo mi estricta supervisión, había convertido una sección de nuestro universo de bolsillo en un laboratorio de biotecnología que era la envidia de cualquier civilización avanzada. Estaba centrado, brillante y motivado por un deseo de redención que le hacía trabajar sin descanso en la replicación de la panacea. Val y Zafira habían vuelto de su aventura en el casino con nuevas anécdotas y un respeto a regañadientes por el ingenio no mágico. La vida era... estable.

Y, por supuesto, fue entonces cuando la realidad llamó a la puerta.

No fue una alarma ni una explosión, sino una nota. Una única nota musical, pura y antigua, que resonó en el tejido de nuestro universo personal. Todos los sistemas se detuvieron. Kaelen levantó la vista de su microscopio cuántico, con los ojos muy abiertos.

En el centro de nuestra sala de reuniones apareció una mujer. Era alta, con el cabello plateado trenzado con runas luminosas y unos ojos que parecían contener la sabiduría de eones. Llevaba una túnica sencilla, pero el poder que emanaba de ella era tan inmenso que el aire a su alrededor se curvaba. Era la Decana de la Academia de Brujas de Morgath.

—Natalia D. —dijo, su voz era tranquila pero resonaba con una urgencia terrible—. Te pido disculpas por la intrusión. He venido porque nos enfrentamos a una crisis de una magnitud que no hemos visto en milenios.

Con un gesto de su mano, proyectó una imagen holográfica del multiverso, un tapiz de realidades brillantes. Una de ellas parpadeaba en un rojo enfermo.

—Un universo está muriendo —explicó—. Su Escala de Estabilidad está en caída libre. Era un sólido Nivel 8, un universo de ciencia avanzada. En los últimos meses, ha caído a 6.2 y la aceleración es exponencial. Se dirige al Nivel 0. A la Catástrofe.

Samu ahogó un grito. Todas sabíamos lo que eso significaba. Un colapso de Nivel 0 liberaría una ola de energía mágica residual que actuaría como un faro para los Devoradores de Magia que acechaban en el vacío.

—El colapso no es natural —continuó la Decana, y sus ojos se posaron en mí—. Algo, o alguien, está corrompiendo activamente sus leyes fundamentales desde dentro. Es como un virus en el código fuente de la realidad. Necesito tu ayuda, Natalia. Necesito tu mente, que comprende la ciencia de los universos estables, para analizar esta enfermedad.

Proyectó las coordenadas del universo moribundo. Un nudo se formó en mi estómago al ver a Valkyrie palidecer. Era Aegis City. Su hogar.


Aterrizamos de nuevo en el reluciente mundo de Val. Pero esta vez, la brillante fachada parecía frágil. Nadie más parecía notarlo, pero mis sensores, calibrados para detectar las más sutiles fluctuaciones cuánticas, estaban volviéndose locos. La realidad aquí tenía "estática", como una transmisión de radio mal sintonizada.

Nos reunimos de nuevo con Destello y Umbra, esta vez en una de sus bases secretas subterráneas.

<NATALIA D. (vía comunicador)>: No estamos aquí para una visita social. Vuestro mundo se está desmoronando. Literalmente. Necesitamos encontrar la fuente de la inestabilidad.

<DESTELLO>: ¿Desmoronando? Todo parece normal... bueno, casi todo.

<UMBRA>: Tiene razón. Han estado ocurriendo... cosas raras. Pequeños "fallos". Un colega, Cíclope Urbano, disparó su rayo óptico y durante un segundo salieron mariposas. El otro día, atravesé accidentalmente el suelo del baño y acabé en la sala de estar. Mis poderes se sienten... resbaladizos.

<NATALIA D.>: Son síntomas. Necesito datos. Un mapa de todos los incidentes anómalos, por pequeños que sean, que hayan ocurrido en los últimos meses.

Aquí comenzó la investigación. Destello, con su supervelocidad, se convirtió en nuestro recopilador de datos, recorriendo la ciudad en segundos, entrevistando a docenas de héroes y revisando los informes policiales. En menos de cinco minutos, volvió con una montaña de información.

Mientras yo procesaba los datos, el resto del equipo se desplegó. Umbra y Samu fueron a visitar al Golem de Jade. El ser de jade, mudo y sabio, no podía hablar, pero podía escribir. Usando un pincel y tinta, trazó un único y elegante poema en un rollo de seda. Samu lo tradujo:

"La Canción del Mundo desafina. Una nota falsa, alta y brillante, ahoga la armonía. Cuando el Oro canta, el Jade se agrieta."

Mientras tanto, Valkyrie y Zafira hablaron con Furia Roja, el héroe de la superfuerza.

—Es como si mis músculos olvidaran cómo funcionar a veces —se quejó el corpulento héroe—. Un momento estoy levantando un tanque, y al siguiente me cuesta abrir un frasco de pepinillos. Y todo empeora después de las grandes batallas en equipo.

Mientras hablaban, Zafira paseaba, aparentemente aburrida. Pero sus ojos de genio captaban cosas que los demás no veían. Sintió un residuo en el aire, una fragancia mágica casi imperceptible. Olía a poder inmenso, a deseo cumplido... y a una pizca de amarga ironía, como una broma cósmica.

De vuelta en la base, uní todas las piezas.

<NATALIA D.>: Los incidentes no son aleatorios. —Proyecté un mapa holográfico de Aegis City. Cientos de puntos rojos marcaban los "fallos" de la realidad—. Forman un patrón claro. Ocurren en ondas concéntricas que emanan de puntos específicos.

<UMBRA>: ¿Zonas calientes? ¿Lugares específicos?

<NATALIA D.>: No son lugares. Son eventos. —Superpuse una nueva capa de datos en el mapa: la agenda pública del Paladín de Oro—. Cada zona caliente, cada onda de inestabilidad, corresponde a una aparición pública, una batalla o incluso una rueda de prensa del Paladín. La correlación es del 99.7%.

Destello se acercó al mapa, sus ojos moviéndose a una velocidad increíble mientras lo comprobaba todo.

<DESTELLO>: El poema del Golem... "Cuando el Oro canta". El malestar de Furia Roja... siempre después de luchar junto al Paladín. Los fallos... son más fuertes donde él ha estado.

Un silencio tenso llenó la sala. La conclusión era ineludible y aterradora.

<VALKYRIE>: El epicentro del colapso... no es un lugar. Es una persona.

Miramos el mapa, donde la imagen heroica y sonriente del Paladín de Oro flotaba sobre los datos de la decadencia universal. El mayor héroe del mundo era la enfermedad que lo estaba matando. Sabíamos la causa.

Ahora venía la parte difícil: ¿cómo se le dice a un mundo que su salvador es su verdugo? ¿Y cómo se detiene a un ser que es, por definición, invencible?

CONTINUARÁ...

lunes, 15 de septiembre de 2025

La Dama de Encajes y la Bruja de Batalla (8): Héroes Rotos y Ecos Familiares

 Interludio

Aegis City, la capital de la dimensión natal de Valkyrie, era un monumento al optimismo. Rascacielos de cromo y cristal blanco se alzaban hacia un cielo perpetuamente azul, surcado por elegantes vehículos voladores y, de vez en cuando, por la estela de un héroe en pleno vuelo. Era un mundo limpio, brillante y ordenado, el polo opuesto a los caóticos y corruptos reinos que solíamos frecuentar. Y para Valkyrie, era una tortura.

Estábamos en un café tranquilo en el piso 120 de la Torre de la Concordia, un lugar con vistas panorámicas y la suficiente privacidad para una conversación delicada. Val no había dicho una palabra desde que llegamos, su mirada perdida en la ciudad que una vez había jurado proteger. Su habitual aura de fuerza maternal estaba teñida de una profunda melancolía. Samu y yo estábamos allí como apoyo silencioso, un ancla en un mar de recuerdos dolorosos.

Un borrón de movimiento rojo y amarillo se materializó en la silla frente a nosotras, resolviéndose en un joven de pelo revuelto y una energía nerviosa que parecía hacer vibrar la propia mesa. A su lado, el aire brilló y se solidificó, revelando a una chica de pelo oscuro y ojos serios.

—Destello. Umbra —dijo Val, su voz apenas un susurro.

—Val, es bueno verte —dijo Umbra con calidez. Destello, por su parte, ya estaba inspeccionando el menú a supervelocidad.

Tras los saludos iniciales, fui directa al grano. Mi curiosidad no me permitía andarme con rodeos.
—Entonces... ¿Por qué echasteis a Val del grupo?

Destello dejó de vibrar por un segundo, su expresión se agrió.
—No la echamos, perdió su licencia y el gobierno le impide actuar como superheroína.

—Ni siquiera le dejan visitar a su padre en la prisión de supervillanos —añadió Umbra, su voz cargada de frustración.

Samu se inclinó hacia adelante, interesada. —¿Está en una prisión de supervillanos?

—Tras el encuentro entre el capullo del "Paladín de Oro"...

—¡Destello no hables así de uno de los superhéroes más poderosos que hay! —le interrumpió Umbra, aunque sin mucha convicción.

—...el Dr. Pesadilla está en coma —continuó Destello, ignorándola—. ¿Qué?, pero si Paladín es un narcisista que se cree el protagonista...

—Estás enfadado porque es más rápido que tú.

—No es por eso —replicó Destello, empezando a hablar a una velocidad vertiginosa—, pero ya que estamos, ¿no es extraño que tenga TODOS los superpoderes y además mejores que los de los demás? Es más fuerte que Furia Roja, más resistente que El Golem de Jade, vuela a mayor velocidad que Val...

—No le han visto volverse invisible como yo —puntualizó Umbra en voz baja.

—...he ahí la clave "No lo han visto" —dijo Destello, señalando con un tenedor—. Que no se haya hecho invisible no significa que no pueda hacerlo, seguro que incluso lo hace mejor que tú... y no me puedes negar que fuera de cámaras, en cuanto a su personalidad no es lo que digamos "material de héroe". "Kosmos", ese sí que es un superhéroe de verdad, es una buena persona de cabo a rabo, siempre actuando para ayudar a los demás, siempre considerando que todo el mundo merece una oportunidad de ser mejor persona -incluso su némesis 'El Emperador Universal'... Paladín solo busca gloria y reconocimiento público.

Mi mente analítica se activó. Un ser con un conjunto de poderes tan universalmente superior era una imposibilidad estadística y biológica. La frustración de Destello, aunque impulsiva, apuntaba a una anomalía fundamental en las leyes de su universo.

—Destello, tu déficit de atención está haciéndote desviar del tema —le recordó Umbra con paciencia—. Estamos hablando de Val.

—¿Déficit de atención? —preguntó Samu.

—Destello padece de déficit de atención y desgraciadamente su supermetabolismo impide el tratamiento con fármacos —explicó Umbra con naturalidad.

—No es un problema tan grave y mis compañeros me ayudan a recordar lo que tengo que hacer...

—Destello —dijo Umbra, poniendo una mano tranquilizadora en su brazo—. Recuerda que estamos hablando de Val. Podemos hablar de otras cosas luego.

El velocista respiró hondo, reenfocándose. —Sí, ...esto como decía, en un enfrentamiento entre supers, nos enfrentamos el equipo del Emperador con el equipo de Kosmos -me niego a pensar que Paladín dirigía a pesar de lo que diga la prensa...

—Destello...

—Nosotros estábamos con Kosmos y el Dr. Pesadilla con el grupo del Emperador... y Paladín se puso demasiado agresivo -básicamente no se limitó a detener a los supervillanos, empezó a destrozarlos-.

—Sí, arrancar el brazo de Bestia Negra fue excesivo —confirmó Umbra, con un escalofrío.

—Umbra, ¡básicamente se dedicó a MATARLOS! —exclamó Destello—. Si no fuese por los demás, aquello habría acabado en una masacre.

Valkyrie se estremeció visiblemente ante el recuerdo, apretando los puños sobre la mesa, pero permaneció en silencio. Fue Umbra quien continuó la historia, con la voz teñida de tristeza.

—La verdad que ver a Val arrodillada junto a Dr. Pesadilla con lágrimas en los ojos fue lo que al final puso freno a todo —dijo Umbra, mirando a su amiga con compasión—. ¿Cómo íbamos a saber que el científico loco era su padre?

—Y además, aparentemente un buen padre —añadió Destello, su tono ahora más suave—. Supimos después que como padre era lo opuesto a 'malvado'.

—Es por el "síndrome de Frankenstein" —expliqué, basándome en los datos que había consultado antes de venir—. Los científicos locos sufren ataques de hiper-enfoque que hace que tengan que completar un 'proyecto científico' de forma obsesiva-compulsiva, y a menudo saltándose las reglas legales.

Umbra asintió, mirando a Val con compasión. —¿Sabes que ese es el motivo de los superpoderes de Val? No tiene madre, es literalmente una niña probeta hecha a partir del ADN del Dr. Pesadilla, modificado para tener el mayor número de superpoderes.

—...y que acabó siendo la querida hija del Dr. y una cura temporal de sus ataques —terminó Destello—. Cuando Val estaba cerca, el Dr. Pesadilla pasaba de científico loco a padre que ama a su hija...

El silencio que siguió fue pesado y lleno de significado. La heroína cósmica, la figura maternal de nuestro equipo, era la hija de un supervillano, una creación de laboratorio que, paradójicamente, era la única humanidad de su creador. La política de su mundo, temerosa de la mala prensa, la había repudiado, desechando a una de sus mejores defensoras por los crímenes de su padre, crímenes que ella misma había ayudado a detener.

Después de que sus amigos se fueran, con promesas de seguir luchando por ella en los despachos, Val finalmente me miró.

—Gracias por venir, Nat. Necesitaba que lo oyeras de ellos.

—Los datos son claros, Val —dije, mi voz más suave de lo habitual—. El gobierno tomó una decisión política, no una justa. Y sobre el Paladín... tu amigo Destello tiene razón. Su existencia es una paradoja. —Mientras hablaba, vi de reojo a Zafira. Por un fugaz instante, su habitual sonrisa despreocupada desapareció, reemplazada por una expresión de antiguo reconocimiento, como si el nombre del Paladín le resultara familiar de una forma que no tenía nada que ver con los titulares de prensa. Pero el momento pasó tan rápido como llegó.

Proseguí, ajena a su reacción momentánea. —Su conjunto de poderes viola al menos tres leyes fundamentales de la bio-genética y la conservación de la energía. No es un mutante, no es un meta-humano... es una imposibilidad matemática. Un error en la ecuación del universo. Y los errores de esa magnitud nunca son benignos.

Val asintió, y por primera vez en todo el día, una chispa de su antigua determinación brilló en sus ojos. Su lucha no había terminado. Simplemente, ahora se libraba en un campo de batalla diferente, con nuevas aliadas a su lado.

CONTINUARÁ...